El Plasencia Extremadura recibe esta noche (21.00 horas) en La Bombonera a un Prat Joventut que no llega en su mejor momento tras cosechar cuatro derrotas consecutivas, si bien es cierto que han coincidido con su etapa más dura del calendario (Tíjola, Clavijo y Andorra) y la última en casa ante Illescas tras una prórroga (97-107).

Los catalanes han viajado en el día, en avión hasta Barajas y en autobús hasta Plasencia y llegan con la piel de cordero. Su técnico, Carlos Durán, catalogó a la plantilla placentina como una de las más potentes de la liga ("entre los cuatro aspirantes al título") y considerando al pabellón como uno de los más complicados. Además, se lamentó de la presumible baja del pívot Nacho Llovet.

Rafa Gomariz, aún así, no se fía en nada, aunque reconoce que la última victoria en Andorra ha supuesto una auténtica alegría ("nos hacía falta y fue muy merecida") pero para él "las victorias duran poco y las derrotas las masticas mucho más, Andorra ya queda lejos y desde el lunes solo pensado en el Prat".

RACHA ENGAÑOSA Las cuatro derrotas son para Gomariz "un tanto engañosas, siempre estuvieron en partido, defienden y rebotean muy bien, se juntan la veteranía de Jordi Llorens, César Bravo y Jaume Comas, con el empuje de lo jovencísimos Gerbert Martí, Ferran Bassas, Joan Tomas y sobre todo el croata de 2,08 Marko Teodorovic, son tremendamente agresivos, presionan en toda la pista, te obligan. Yo viendo sus partidos tengo claro lo que tenemos que hacer. Si han perdido es porque a veces sus tomas de decisiones no han sido buenas, tienen un nivel físico tremendo y desde luego no están exentos de talento individual. Es curioso, pero casi siempre ganan el primer cuarto".

Le preocupa al técnico el exceso de responsabilidad de los suyos en casa: "fuera a veces parecemos otro equipo, pero le debemos la victoria a nuestra afición por el cariño que nos da, a nuestra directiva que cumple a rajatabla con nosotros. Es el último partido del año, tenemos que jugar con chispa, con desparpajo, tenemos que recuperar la alegría, si salimos enchufados todo será más fácil. Tenemos que recuperar la fe en el tiro, esa sensación del ´no pasarán, aquí no´, para eso es importante que nuestro público esté con nosotros. Debemos mucho a la afición, queremos que vengan, tenemos que devolverles ese calor que nos dan, nos jugamos mucho".

En los locales, y es casi una novedad, no existen dolencias de importancia y todos estarán a disposición de jugar el último partido de la primera vuelta en casa. La Bombonera no acoge ninguno hasta el 15 de enero.