Plasencia - 70: Antonio Bustamante (12), Gitterer (14), Mario Alvarez (2), Jonathan Barceló (18) y Andre Howard (3) -cinco inicial-- Roberto Rueda (4), Rubén Martínez (15), Martín Calvo (0), Marko Sekulic (2) y Chema Del Río (0).

ADT Tarragona - 78: Jordi Bataller (6), Edward Cage (10), Eduard Riu (11), Derek Stribling (4) y Xavier Guirao (9) --cinco inicial-- José Antonio Marco (7), David Viñas (20), Joseba Aramburu (11) y Marc Chaves (0).

Marcador por cuartos: 17-18, 29-37 --descanso-- 50-52 y 70-78 (final).

Arbitros: Manuel Rodríguez y Fajardo Panizo. Sin eliminados.

Incidencias: Pabellón Ciudad de Plasencia. 750 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en honor de Antonio Custodio Paz, periodista y muy amante de baloncesto, fallecido el pasado viernes.

El Plasencia Extremadura volvió a caer en La Bombonera. El premio se lo llevó un ADT Tarragona, que sin duda será un serio candidato y que se le atragantó a unos los locales que nunca dieron sensación de poder con enemigo tan complicado.

Si nos agarramos a las estadísticas puras y duras, estas dicen que Plasencia tiró a canasta 12 veces más que los catalanes, que recuperó dos balones más, que tuvo tres pérdidas menos y que recogió ocho rebotes ofensivos más. Ante estos datos no cabe más lectura que fue la falta de acierto la causa de la derrota y es precisamente este concepto el que desequilibra la balanza en cualquier deporte.

Plasencia tuvo intensidad defensiva, actitud, buena lectura pero mala letra, la cuestión de atinar con la canasta depende más de la cuestión mental y del control de la ansiedad, circunstancias mejorables con el paso del tiempo, pero este apremia y más ante las tres jornadas que se avecinan: Tíjola, Logroño y Andorra sucesivamente, la subida al Tourmalet y bajarlo sin frenos.

El partido lo catalogó Mateo Rubio, técnico del ADT de sucio, en el sentido de incómodo, vivido en situaciones extrañas y sin ideas claras y en ese universo los suyos se movieron mejor, siempre en ventaja. Tan sólo al principio del segundo cuarto los locales se auparon (19-18), pero un parcial de 0-7 minutos más tarde, rompió las ilusiones. Con un triple del héroe visitante David Viñas se llegó al descanso (29-37).

Tras la vuelta de vestuarios, con un Martín Calvo en el rectángulo y con tan solo un brazo, el argentino contagió su carácter de gladiador a sus compañeros y estos con un 8-0 se colocaron 37-39 a falta de cuatro minutos para el final del sector.

DESPEGUE DEFINITIVO Dos triples de Viñas, uno desde nueve metros, volvió a cortar la cuerda. Apareció entonces Rubén Martínez, que como predijo Gomariz le van estos partidos, para robar encestar y empatar a 50 y a 52. Llegó entonces un concurso de triples, tres catalanes y tan sólo uno de Bustamante.

La distancia se alargó a la decena (57-67) faltando seis minutos. Un 5-0 volvió a levantar al pabellón, pero de nuevo el diablo David Viñas hizo de las suyas para que Plasencia no pudiera levantar la cabeza. Ya no daba tiempo, aunque los de Gomariz intentaron amedrentar. Al final 70-78 para el equipo que más puntería demostró.