PLASENCIA GALCO 88: Gianella (17), Stewart (16), Lledó (6), Owens (19), Rubio (19) --cinco inicial-- Bayle (0), Palacios (0), Robles (2), Ferrero (1), Sala (8) y Beltrán (0).

CACERES DESTINO TURISTICO 76: Rivero (19), Morales (8), Seals (20), Rodríguez (6), Okac (13) --cinco inicial-- Pérez Iniesta (2), Javi Pérez (4), Moya (4) y Cazorla (0).

MARCADOR POR CUARTOS: 16-21, 36-40 (descanso), 60-57 y 88-76 (final).

ARBITROS: Jiménez y Sánchez. Eliminaron por faltas a Okac en el minuto 35.

INCIDENCIAS: Se guardó un minuto de silencio antes del partido.

El Plasencia se impuso al Cáceres Destino Turístico en el derbi extremeño de la Liga LEB. Los jerteños siguen líderes y demuestran que han tomado el ascensor hacia arriba, mientras que los de Ñete Bohigas han cogido el camino justamente contrario en las últimas jornadas.

El partido comenzó muy de cara para los cacereños. Un parcial de 0-7 elevó las esperanzas visitantes, mientras que el Plasencia no conseguía meterse en el encuentro. Sólo a través de Nicolás Gianella, los locales se acercaron en el electrónico. Anotó los ocho primeros puntos de su equipo y reestableció la igualdad (8-10). Pero los visitantes habían entrado muy concentrados en el primer cuarto y así aprovecharon otra racha anotadora para volver a poner tierra de por medio (14-21).

Pedro Rivero dirigía con maestría en estos instantes. El duelo de bases aparecía como espectáculo central en estos diez primeros minutos, que acabaron con 16-21.

Jiri Okac, que se reencontraba con su vieja afición --al igual que Juanmi Morales, Javi Pérez o el propio Ñete Bohigas--, encestó en el segundo acto una acción de dos más uno que volvía a elevar al Cáceres. Pero un parcial de 7-0 colocó puntualmente por delante a los del Jerte antes del descanso. Los de Ñete Bohigas volvieron a demarrar en el marcador y adquirieron una nueva renta. El protagonismo fue traspasado a sus jugadores foráneos y Owens, en el Plasencia, y Shea Seals, por los visitantes, tomaron el testigo de responsabilidad.

Pero el pulso se inclinó hacia el lado visitante y así el Cáceres marcó la máxima diferencia hasta ese momento (31-39). El líder de la competición trabajó en el epílogo de la primera parte para no quedar muy mal posicionado de cara al segundo tiempo, llegándose al bocinazo del ecuador con 36-40.

Cuando el Plasencia volvió a la pista, la concentración y el apoyo ensordecedor de sus aficionados fueron los grandes aliados locales. Pronto se empató el choque (40-40) y Terrence Stewart se apuntó a la fiesta regionalista de la LEB. Fue el americano uno de los artífices de la reacción.

Las baterías de los de Bohigas comenzaban a perder fuerza. El cansancio acumulado de los verdinegros volvió a aparecer y esta circunstancia no la quiso dejar pasar Dani García y su equipo adelantó a su hermano de la categoría (49-47, min. 25). Ni el Cáceres recuperaba la ventaja ni el líder conseguía poner tierra de por medio. Con esta situación, el tercer cuarto concluyó con un 60-57 que dejaba todo en el aire.

El tirón final, el Plasencia volvió a tener a su público en su mejor aliado. Los cacereños no fueron capaces de aguantar el ritmo frenético que puso en pista el cuadro jerteño. El pabellón estaba volcado y nadie estaba dispuesto a ceder el liderato de la competición.

SALIDA ARREBATADORA Pronto abrió diferencias el cuadro de Dani García. Cuatro puntos consecutivos nada más entrar en el periodo definitivo pusieron contra las cuerdas a los visitantes.

Una espectacular acción entre Perico Sala, Nico Gianella y Guillem Rubio fue culminada desde atrás por éste en un mate que terminó de espolear a los locales (68-61).

Sala recibió una falta técnica por protestar una falta y eso fue aprovechado por el Cáceres para volver a apostar por la emoción al colocarse a sólo tres puntos. Un lanzamiento de Seals desde el 6.25 fue la última noticia positiva para los verdinegros --ayer de blanco. Tras el 70-68, Jiri Okac cometió su quinta falta y la presión placentina terminó por asfixiar las intenciones de su rival.

Las diferencias a partir de este punto se empezaron a abrir y el juego local tomó un nivel de agilidad considerable, mientras que el Cáceres ya estaba demasiado espeso y sin fuelle.

Owens le dio la puntilla al Cáceres y tras colocar el 81-72 terminó de arrebatarle toda la intriga al choque y dio paso al deleite de la parroquia local. El trámite final concluyó con el 88-76. La grada monocolor lo celebró enfervorizada como algo más que un triunfo más.