LA PALMA: (15+13+16+12) Floyd (15), Diego Ferrero (5), Burgos (7), Edwards (9) y Oscar González (11) --cinco inicial--, Mbemba (3), Rubén Ibeas (-), Rojas (4), Lozanzic (-) y Mesa (2).

PLASENCIA GALCO: (27+14+18+11) Javi Pérez (6), Simón (7), Juanjo Triguero (13), Aleix Prat (8), Howard Brown (22) --cinco inicial--, Alvaro Palacios (1), Canals (7) y Couthbert Victor (6).

ARBITROS: David Soto Latorre (Madrid) y Guillan Riveiro (Galicia).

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la tercera jornada de la LEB.

El Plasencia Galco estrenó su casillero de puntos a la tercera tentativa a costa de La Palma al que dominó de principio a fin merced a una imponente puesta en escena liderada por Howard Brown.

A partir del primer parcial, los de Dani García siempre manejaron una ventaja por encima de la decena de puntos que se mantuvo hasta el último cuarto, cuando los locales amagaron con reaccionar al ponerse a siete, pero un triple de Javi Simón cortó de raíz la intentona local.

El cuadro jerteño intentó desde un principio imponer su ley y con un Howard Brown en plan estelar, autor de todos los puntos visitantes, incluidos dos triples, se despegó pronto en el marcador (2-8 min. 2), lo que forzó que el técnico local solicitase su primer tiempo muerto.

EL MISMO GUION Nada cambió al reanudarse el juego, ya que los de Dani García consolidaron una renta por encima de los diez puntos que les permitió desarrollar su juego, volviendo literalmente locos a los palmeros en defensa gracias a sus buenos porcentajes en los tiros, tanto de cerca como lejos.

La defensa zonal del Plasencia, muy intensa todo el tiempo, propició que los porcentajes de tiro de los canarios se quedasen en un paupérrimo 33 por ciento en lanzamientos de dos puntos.

La impotencia de La Palma la ilustró una acción personal de Javi González, quien tras robar un balón encaró el aro rival pero al intentar la bandeja, el balón ni siquiera tocó hierro. El 28-41 a la conclusión del segundo cuarto lo decía todo.

El juego se desarrolló por los mismos derroteros a la salida de vestuarios, pues otra vez Brown tomó la batuta para que el Plasencia se marchara con 17 puntos de ventaja, forzando otro tiempo muerto del técnico local.

Desde entonces dio la impresión de que los visitantes hicieron la goma , pues respondían con acierto a cada intento de los locales de acercarse.

Todo transcurrió relativamente cómodo para el Plasencia hasta que a falta de seis minutos el público de La Palma se metió en el partido cuando los suyos se pusieron a tiro (52-59), pero entonces apareció Simón para con un triple acabar con cualquier resquicio de emoción.