ESCOCIA - 2: McGregor; Bardsley, Weir, McManus, Whittaker; Fletcher, McCulloch, Morrison, Dorrans (Mackie, m.80), Naismith, Morrison (Maloney, m.88); y Miller.

ESPAÑA - 3: Iker Casillas; Sergio Ramos, Puyol, Piqué, Capdevila; Busquets (Marchena, m.89), Xabi Alonso, Iniesta; Cazorla (Pablo Hernández, m.70), Silva (Llorente, m.75) y Villa.

GOLES: 0-1, m.44: Villa de penalti. 0-2, m.56: Iniesta. 1-2, m.59: Naismith. 2-2, m.67: Piqué en propia puerta. 2-3, m.80: Llorente.

ARBITRO: Massimo Busacca (SUI). Amonestó a Fletcher por Escocia. Expulsó a Whittaker por doble amonestación (minutos 44 y 89).

La selección española dio un paso de gigante hacia la Eurocopa 2012, firmando en el mítico Hampden Park el pleno de triunfos en tres partidos, ante una luchadora Escocia que igualó dos goles hasta la sentencia de Fernando Llorente, el día que David Villa pasó a la historia (2-3).

Hampden Park transmite su historia en la atmósfera. Es uno de esos estadios donde los futbolistas desean jugar, sueñan con hazañas y disfrutan de partidos repletos de valores que hacen grande al fútbol.

La campeona del mundo dejó su sello ante una afición tan guerrera como sus jugadores, que acabó rendida a la calidad de España. Donde se inscribieron leyendas madridistas, con la conquista de dos Copas de Europa, Villa protagonizó una más. Marcó su tanto 44 para inscribir su nombre en lo más alto de los goleadores de La Roja .

En un partido intenso, para evitar el duelo físico, Vicente Del Bosque apostó por atacar con los bajitos. Pasó a Villa a su hábitat natural, la zona de delantero centro, y alejado de la banda izquierda, escoltado en ataque por la calidad de Iniesta, Silva y Cazorla, fulminó su ansiedad para asaltar la historia.

Lo hizo desde el punto de penalti, con sufrimiento hasta el último instante para finalizar una racha de cuatro lanzamientos a la madera. McGregor adivinó la dirección de la pena máxima. Hasta rozó el balón con el guante izquierdo, pero el lanzamiento de Villa iba tan ajustado al palo que acabó en la red.

EL PLAN SE CUMPLIA Fue al borde del descanso y ejecutaba un plan perfectamente diseñado por La Roja . Escocia apretaría de inicio empujado por un ambiente intimidador en la grada. Los minutos debían pasar y el toque debía silenciar al Hampden Park.

Regresó Xabi Alonso a la zona de mandos y España lo notó. Escocia reculaba metros a cada toque de los bajitos. Iniesta da un recital por partido. Recibe el balón y desubica al rival. Siempre que asomó por el costado izquierdo fue un puñal. Encara, con la cabeza arriba, reta al defensor a salir a su paso, y cuando lo hace recorta o lanza la pared. Alonso cambiaba la dinámica con pases en largo medidos.

Enseñó sus credenciales Escocia cuando cedió el dominio a España. Con Fletcher, su jugador de más calidad, al mando, aprovechó un error de Villa al buscar una falta en la frontal antes de dar el pase, para lanzar una contra veloz que salvó Piqué para tranquilidad de Casillas. No podía encajar un gol en la portería que defendió durante la primera parte. La misma donde nació su leyenda en la final de la novena Copa de Europa del Madrid.

Se alió con Joan Capdevila también. El lateral izquierdo sacó la oportunidad más clara del rival. Cuando a los 18 minutos, de nuevo Fletcher asistió a Morrison, que con todo a placer perdonó. Fue el primer desajuste de una defensa que ha tenido un comportamiento extraño en los dos últimos encuentros.

REACCION TRAS EL DESCANSO España comenzó a construir jugadas con paciencia y sus ocasiones fueron llegando. Dispuesta a sentenciar saltó España en el segundo tiempo. Un gol al borde del descanso es siempre psicológico y sin dar síntomas Escocia de levantarse del golpe, se encontró con un zurdazo ajustado de Silva ante el que se lució el portero del Rangers.

Fue más certero Iniesta. A su buen partido añadió un gol, tocando de primera a la red a pase de Villa. Parecía la sentencia. Lo debieron pensar hasta los internacionales españoles y olvidaron que el guerrero fútbol de las islas británicas nunca se rinde.

Dos zarpazos de garra igualaron el marcador en ocho minutos y castigaron al exceso de confianza. Un testarazo de Naismith y Piqué en propia puerta al intentar despejar un centro desde la izquierda de Morrison cambiaron de golpe el panorama.

Por segundo día consecutivo (ocurrió ante Lituania), España debía reaccionar y lo hizo como el campeón que es. Del Bosque movió sus piezas. Sacó al tapete a Pablo Hernández y buscó el remate con la altura de Llorente, que atraviesa su mejor momento de forma y rubricó la victoria.