Barcelona: Valdés; Zambrotta, Puyol (Márquez, m.46), Milito, Abidal, Touré Yayá (Gudjohnsen, m.64), Xavi, Iniesta; Giovani, Henry y Ronaldinho (Messi, m.74).

Almería: Cobeño; Bruno, Carlos García, Acasiete, Mané; Felipe Melo (Corona, m.64), Juanito, Soriano (Aitor, m.74), Crusat, Juanma Ortiz (Ortiz, m.57) y Negredo.

Goles: 1-0, m.38: Henry. 2-0, m.80: Messi, de penalti.

Arbitro: Ayza Gámez (Col. Valenciano). Mostró la cartulina amarilla a Juanito (m.2), Milito (m.6), Cobeño (m.38), Bruno (m.80) y a Abidal (m.90+2).

Incidencias: Asistieron al encuentro 79.253 espectadores, según la cifra oficial, en partido disputado en el Camp Nou correspondiente a la novena jornada de la Primera División.

El Barça obtuvo un magnífico resultado para los escasos méritos que hizo ante un ultradefensivo Almería (2-0). Un tanto de Henry y otro de Messi, de penalti, decidieron un choque en el que no se disiparon las dudas del equipo de Frank Rijkaard, que firmó uno de los peores partidos de los últimos tiempos.

Fue determinante el mexicano Giovani. El joven, que salió de inicio en la posición de Messi, protagonizó el 1-0, en una jugada en la que se llevó el balón entre rechaces y que Henry remachó. En el segundo, forzó un penalti a 10 minutos para el final.

Rijkaard pidió que su equipo jugara más para Henry, que buscaran más las jugadas al espacio para el francés, pero el Barça y su línea de creación estuvieron desconectados durante prácticamente toda el partido.

Entre la espesura del juego local y las prevenciones que tomó Unai Emery, el espectáculo fue inexistente. Desde el primer minuto, en el que Cobeño tardó más de la cuenta en realizar un saque de puerta, se vieron las intenciones de los andaluces.

En diez minutos, Xavi había buscado un par de veces a Henry, en jugadas de transición, pero el francés no las pudo aprovechar. Ronaldinho sigue sin acallar las dudas sobre su estado. El máximo peligro lo firmó en una jugada a balón parado, ofreció algún regate de fantasía, algún pase, pero poco más y fue sustituido.

El retorno de Touré Yayá, en el medio centro, y el de Zambrotta no tuvo especial relevancia. El Almería tenía aprendida la lección y por una vez iba a renunciar a sus principios futbolísticos, que le han llevado a ofrecer una buena imagen como visitante. En los últimos diez minutos, llegó el punto de inflexión, pero el Barça no convence en absoluto.