No hubo lugar para la duda en los 250. Desde el principio fueron dos los protagonistas de la prueba y ambos los clásicos o habituales de casi todo el año, el argentino Sebastián Porto y el español Daniel Pedrosa.

En las vueltas iniciales la responsabilidad le correspondió al argentino, que supo apurar la frenada al final de la recta tras la salida para colocarse por delante de Pedrosa, pero su liderato duró hasta que el campeón quiso.

En el décimo giro, después de estudiarlo y atosigarlo, Pedrosa tomó la iniciativa y superó a su rival para acelerar su rendimiento e intentar abrir un hueco, objetivo que consiguió en apenas tres vueltas mientras que su rival se esforzó tanto por ceder el menor terreno posible que acabó por los suelos. Sólo hubo cierto interés en la lucha por la segunda plaza, después de la caída de Sebastián Porto, entre Toni Elías y Hiroshi Aoyama, que se acabó decantando del lado nacional.