La policía francesa volvió ayer a entrar en acción en un Tour, tal como sucedió durante los tristes sucesos por escándalo de dopaje de 1998, en la edición ganada por el difunto Marco Pantani. Gendarmes, policía nacional y policía científica registraron ayer durante más de dos horas las habitaciones que ocuparon los ciclistas a las afueras de Pau. Los agentes vaciaron las papeleras del exterior del establecimiento, que estaba copado por muchos de los enviados especiales al Tour. Fotógrafos y cámaras captaron las imágenes del registro policial. La expectación fue en aumento y a primera hora de la noche, cuando ya se marchó la policía, varios curiosos se acercaron al hotel para comprobar lo que estaba ocurriendo.

Llegaron al lugar dos furgones de la gendarmería y unos 15 vehículos de la policía nacional. El único corredor del Astana que permaneció en el hotel durante la actuación policial fue el alemán Andreas Klöden, al que se vio bastante afectado.