Reconozco que el hecho no me ha sorprendido, pero que sí me ha causado cierta hilaridad, más que nada por confirmar, una vez más, en qué manos políticas estamos. Todo ocurrió el pasado jueves, cuando este diario preparaba una radiografía-reportaje sobre los clubs importantes de cuatro ciudades extremeñas: Cáceres, Badajoz, Mérida y Plasencia. Intentamos pulsar la opinión de todos los concejales de deportes, pero, mientras con dos de ellos no hubo problema alguno, con otros dos no tuvimos suerte: el de Badajoz nos dijo que necesitaba un día para pensarse la valoración y el de Plasencia apalabró con nuestro redactor que la haría esa misma tarde. El bueno de ´Quito´ Tornero no tuvo operativo su teléfono en toda esa tarde. El trabajo periodístico abordaba la crisis del deporte regional y, en cierto modo, quedó incompleto. En el caso de Badajoz, la excusa es tremendamente pueril: ¿necesita un día un político para valorar algo? En el de Plasencia, es simple desidia. Lástima.