Reconozco que puede ser deformación profesional o una especie de subidón gremial, pero uno siempre ha creído que las míticas gestas deportivas de los 90 acabaron con la leyenda negra que perseguía a Extremadura. El Cáceres CB de la ACB, el Mérida y el Extremadura como estrellas de la liga nacional... y algunos otros ejemplos que podrían venir al caso ocuparon tinta y titulares para darle a la región un sitio de privilegio fuera de las páginas de sucesos. Algo así ha pasado en el último año con el Spiuk y, si un milagro no lo remedia, la escuadra zafrense pondrá pie a tierra sin solución de continuidad. ¿Y no haremos nada para evitarlo?

*Periodista