Real Madrid y Atlético abren la temporada con un derbi al que acuden con los papeles cambiados, porque que el campeón aparece lleno de dudas y con la sensación de ser aún un equipo en construcción, en contraste con la confianza que expresan los rojiblancos, convencidos de que pondrán fin a una racha sin victorias en el Bernabéu que los remite al año del descenso.

Si cualquier enfrentamiento entre madridistas y atléticos es, sobre todo, una cuestión de sensaciones, no hay más que comprobar el ánimo de ambos conjuntos para descartar cualquier precedente.

El Atlético lleva casi ocho años sin ganar en el Bernabéu, donde por primera vez en un lustro no estará su jugador emblema, Torres. Y, sin embargo, es al equipo de Bernd Schuster al que le atenazan las urgencias.

Pese a ser el campeón, el Real Madrid parte de cero y con muchas dudas en su proyecto. Tiene nuevo técnico, que firmó con la premisa de devolver el espectáculo al Bernabéu, ha despachado a doce jugadores de la plantilla ganadora y dado la bienvenida a otros ocho.

A Schuster no le ha ayudado ni la pobre imagen dada en la pretemporada y, sobre todo, en la Supercopa perdida contra el Sevilla, ni el lento goteo de contrataciones, las dos últimas (el holandés Arjen Robben y el argentino Gabriel Heinze) selladas con apenas un par de días de antelación al debut en la Liga.

Se presenta ante una afición recelosa, que aguarda la reacción del equipo y la excelencia en el juego prometida tras poner fin a la etapa de Fabio Capello.

SIGUEN LAS DUDAS Pero el entrenador alemán todavía debe resolver varias dudas, la fundamental quién y cómo debe crear el juego del equipo, porque la llegada del holandés Sneijder abrió un nuevo frente con Guti.

Schuster, que ha recordado que Guti no fue indiscutible con los anteriores entrenadores, asegura no obstante que ambos son compatibles y el derbi le ofrece la primera gran oportunidad de demostrarlo.

No contará, eso seguro, con las dos nuevas adquisiciones, Robben y Heinze, porque considera que "deben hacer una pretemporada", pese a que el argentino podía acabar con los problemas en el lateral izquierdo, donde no estará Miguel Torres, lesionado, no convence el brasileño Marcelo y despierta dudas la escasa capacidad defensiva del holandés Royston Drenthe.

Pese a que Iker Casillas llega justo, tras lesionarse en un entrenamiento de la selección, y Sergio Ramos tampoco ha podido entrenarse con normalidad hasta el último día, ambos estarán en el conjunto inicial.

El italiano Fabio Cannavaro, con un esguince en un tobillo ypendiente de evolución, ha añadido nuevos problemas auna línea sacudida por las lesiones.Su baja, alteraría la zaga,llevaría a Sergio Ramos alcentro y daría entrada en el lateralderecho a Míchel Salgado.El Atlético, al contrario, viveuna calma inesperada, arropadopor la euforia que provocóen la afición la goleada infligidaal Vojvodina serbio en la Copade la UEFA (3-0).

No tiene a Torres, pero la llegadadel uruguayo DiegoForlán y el buen momento delargentino Sergio ‘Kun’ Agüerohan sepultado el tradicionalvictimismo de los rojiblancosen este tipo de citas.Y está José Antonio Reyes,uno de los artífices de la remontadaante el Mallorca quele dio el título al Real Madrid,que vuelve al coliseo blancocon ganas de revancha, por noentender cómo el club de Camartínno puso más interés enprolongar su estancia.

Javier Aguirre considera quesu equipo está ante una granoportunidad. El técnico mexicanose sintió ganador moralen los dos enfrentamientos dela pasada campaña, en los que,según su opinión, “sólo faltórematar” la faena.Ahora, tiene esos mimbres,casi sobreabundancia de hombresataque, lo que le ha llevadoa proclamar que su conjunto“no es menos” que el rival,eufemismo utilizado para proclamarde forma cortés su favoritismo.El técnico alemán BerndSchuster, mientras, recurre a laironía, para defender sus opciones:“Se ha dicho que hacemostodo mal, así que es normalque cualquier rival que nos toquesea favorito”.