La búsqueda de explicaciones al bajón conduce a todos los terrenos. Incluso al delicado ámbito de la vida privada. La estrella se ha entrenado más esta temporada y con mayor regularidad. Sus frecuentes sesiones en el gimnasio han desaparecido casi por completo. Se entrena, ha hecho una pretemporada particular, pero sigue sin tener fuerza ni fondo. Y lo que no han desaparecido son los rumores.

Ronaldinho sigue fiel al estilo de vida desde el primer día. Eso dicen él y sus defensores. O sea, que sale por la noche igual que antes. Y no se esconde, y ahí está el germen de la rumorología. La semana pasada se le vio en Sitges y en Castelldefels celebrando el carnaval y, al día siguiente, no se entrenó por un golpe en el ojo. Pese a disfrutar del verano más descansado --renunció a la Copa América--, no arranca.