Míkel Pagola está demostrando su calidad en la portería del CD Badajoz. Es una de las claves de la magnífica trayectoria del equipo, sexto clasificado del grupo I de Segunda B con seis puntos, los mismos que el cuarto en la tabla, el Montañeros. En los cuatro partidos que ha disputado, dos en liga y dos en copa, el ex portero del Deportivo Alavés sólo ha encajado un gol en jugada, el del 2-1 del Pontevedra, ya que los otros dos han sido de penalti en competición copera, ambos del Logroñés.

MOMENTOS DECISIVOS Precisamente un penalti detenido a Padín fue una de las claves de la victoria albinegra frente a los gallegos, el pasado domingo en el Nuevo Vivero. Pagola resta importancia a sus intervenciones, argumentando que "esto es un juego de equipo. Todos somos importantes, cada uno trata de aportar lo que puede y en este caso yo salí un poco más beneficiado. Lo más importante era ganar al equipo más fuerte, el Pontevedra, y encima dando una buena imagen".

Cuestionado por si sufrieron ante los gallegos, respondió que "desde dentro del campo se sufre menos que desde fuera, está claro. Dependen de ti muchas cosas pero sí es verdad que ellos apretaron, después de la expulsión nos costó adaptarnos a jugar con diez, pero sufriendo así las victorias saben mejor y encima el equipo crece mucho más porque ganar a un rival superior por plantilla y jugadores, te da mucha más moral y energía de cara a otros partidos".

Pagola se muestra satisfecho de que el Badajoz haya sumado seis puntos de nueve en juego, "y no tenemos que bajar los brazos y seguir sumando. Para un recién ascendido es importante puntuar desde el principio porque nos va a dar moral. Pero tras perder por 0-4 en la primera jornada ante el Celta B éramos un poco un equipo sorpresa, los rivales igual se enfrentaban a nosotros pensando que íbamos a ser fáciles, ahora se han dado cuenta que no y los partidos se nos van a complicar mucho más".