Figo y su generación, la que encumbró Carlos Queiroz en el Mundial sub-20 de 1991, afrontan la Eurocopa que albergará su país con el reto de poder conquistar un título que deje en la historia el poderío de un grupo de futbolistas que al término de este torneo dará paso a una nueva hornada. Portugal, bajo la dirección técnica de Luiz Felipe Scolari, cuenta con un equipo experto y veterano. Con Fernando Couto, Figo, Rui Costa y Pauleta como columna vertebral, Portugal, por lo que se pudo ver el 6 de septiembre ante España, tuvo serios problemas defensivos.

En Guimaraes, en ese amistoso, España salió reforzada. Anímicamente ese triunfo del equipo de Iñaki Sáez da oxígeno a los españoles, que ven como se van a enfrentar en el grupo A con un equipo que es el organizador del evento, pero al que le pintó la cara en el nuevo estadio Alfonso Henriques, en Guimaraes.

CON CLARIDAD Fernando Torres vivió esa noche el lado amargo del fútbol. Recibió las caricias de Couto, que le lesionó a los 43 minutos con una entrada absurda. España le ganó a Portugal (0-3) con goles de Etxeberría, Joaquín y Tristán.

Los jóvenes de Portugal curiosamente aún no han entrado en la agenda de Scolari. Sus promesas, Hugo Viana (Newcastle), Cristiano Ronaldo (Manchester United) y Ricardo Quaresma (Barcelona), aunque ya han salido de Portugal para firmar contratos millonarios, han permanecido en el equipo sub-21 durante toda esta temporada. No han dado el salto a la absoluta, donde siguen apareciendo sus jugadores clásicos.

Scolari se ha encontrado con una piedra en el zapato durante su mandato. La polémica llegó con la convocatoria de Deco, nacido en Brasil pero nacionalizado portugués, que no fue bien recibida por los pesos pesados. Su pugna con Rui Costa no ha aportado casi nada bueno.