El Badajoz podría recibir una sanción económica e incluso hay opciones de que su estadio sea cerrado por el lanzamiento de objetos que se produjo durante el encuentro del pasado domingo frente al Real Zaragoza.

El colegiado del choque, Lizondo Cortés, reseñó en el acta que recibió un impacto de un puro encendido en el cuello de su camiseta cuando se dirigía a los vestuarios tras el primer tiempo. Después, asegura, dos botellas de plástico llenas de líquido rozaron a uno de sus asistentes.

La actuación arbitral fue sumamente controvertida debido a la expulsión del portero pacense, Adolfo Baines, en el minuto 30, y la señalización de un penalti muy protestado por parte de los albinegros.

Es de prever que el Badajoz presentará sus alegaciones para intentar eludir la multa y la posibilidad de que su estadio sea cerrado. Lo más probable es que todo quede en una sanción económica por parte del Comité de Competición de la Federación Española.

FRUSTRACION

En el club albinegro se asimila lo mejor posible la contundente derrota ante los maños (0-4) y se considera que lo abultado del resultado estuvo condicionado por el árbitro y la calidad del rival, que tras un comienzo titubeante ya es líder de Segunda División.

Los de Conhé ya piensan en el enfrentamiento del próximo fin de semana frente al Almería, un equipo que se encuentra en la misma zona de la clasificación que los pacenses, con 15 puntos. Es previsible la vuelta a la titularidad de Poli en la portería en el lugar de Baines, aunque se intentará que éste no sea sancionado por su expulsión.