Las vacantes se cubrirían del siguiente modo: si el equipo descendido compite la próxima campaña en Tercera División, ascenderá a Segunda B el mejor clasificado de la pasada liga regular en el grupo donde quede adscrito el club castigado. Por lo tanto, si el Mérida desciende, subiría el Villanovense.

Si se produce la desaparición, ascenderá el equipo con mejor diferencia de goles entre los finalistas del play-off (aquellos que perdieron en la tercera ronda), tomando como referencia la división geográfica de grupos practicada para la próxima temporada en Segunda División B.