Los aficionados han dicho basta. Cansados de sostener una burbuja que crece por momentos, los seguidores del mundo del fútbol están experiementando como animar a los suyos tiene un precio demasiado alto. Fieles a unos colores y fascinados por unos jugadores, ver en directo a su equipo se ha convertido en una actividad de lujo que no todos pueden permitirse. Afectadas por las subidas y por la imposibilidad de seguir a al conjunto cada jornada, dos de las aficiones más representativas del fútbol europeo han alzado la voz, la misma con la que se han ganado el reconocimiento por el aliento que proporcionan en los encuentros, para exigir un cambio que se antoja más necesario que nunca.

En Inglaterra, la liga más cara del mundo con un coste medio de 74,04 euros por partido según el estudio de 'GoEuro.es', vivió el pasado sábado una revolución en su estadio talismán. Anfield clamó al cielo y lo hizo enmudeciendo a partir del minuto 77. 10 mil aficionados se marcharon durante el transcurso del duelo entre el Liverpool y elSunderland con motivo del aumento de precios que anunció el club para la próxima temporada, donde ver un partido de categoría 'A', aquella que permite ver a los grandes conjuntos de la competición, ha pasado de 59 libras a 77, equivalente a unos 100 euros. Entre dicha huida y el silencio, en el hueco que dejaron solo había una pancarta; “Amamos al equipo, odiamos los precios”. Tras lo sucedido, el técnico Jürgen Klopp no escondió su preocupación. “Solo espero que ambas partes encuentren una solución”.

Precisamente, el alemán es un gran conocedor de la importancia de la unión entre grada y equipo. Con sus imágenes alentando al público al término de los encuentros en su etapa en el Borussia Dortmund,evidenció la máxima expresión de cohesión en el fútbol y lo hizo en una competición que está situada como líder en relación calidad-precio en Europa. No obstante, tras el aumento del coste en los últimos meses y la imposibilidad de sufragar los desplazamientos a campo rival, las quejas han llegado hasta una Bundesliga que vivía inmune al problema. Este martes, los aficionados del conjunto deWestfalia mostraron su enfado por la situación y lo hicieron lanzando pelotas de tenis al césped, un hecho que obligó a parar el encuentro que enfrentaba al Sttutgart contra el conjunto deThomas Tuchel. “El fútbol debe ser asequible”, fue uno de los mensajes que se pudo leer en la grada del Mercedes-Benz Arena.

ESPAÑA, COMO LA PREMIER

Inmersos en el mismo problema, asistir a cualquier campo de la ligaBBVA se ha convertido en una actividad de lujo. Con un precio de 70 euros por encuentro, España sigue la estela de la Premier y supera a la Serie ‘A’, 69 euros, situándose en segundo lugar del ránking de competiciones más caras del continente.

Las imágenes de campos semivacíos se han convertido en una constante de la considerada la mejor liga del mundo y la tendencia sigue alertando de un peligroso descenso. Con el objetivo de acabar con este problema, rascarse el bolsillo en tiempos de crisis ha propiciado que el anhelo por un fútbol accesible para todos se haya convertido ya en una obligación. Todo ello para evitar que equipos como el Liverpool nunca caminen solos.