Vaya sábado que tuvo el departamento de prensa de los Washington Wizards. El calendario, y lo precipitado del calendario, quiso que el primer partido de Los Angeles Lakers tras el fichaje de Pau Gasol se jugara ayer en el Verizon Center de la capital estadounidense, y de repente a la prensa española le entró un gran interés por acreditarse para un partido de los Wizards. No era el equipo de Washington el que interesaba, claro, así que al final, en una operación a tres bandas entre los Wizards (que cedieron la sala de prensa), los Lakers (que concedieron graciosamente 10 minutos) y la embajada española (que coordinó a la prensa patria) Gasol compareció ayer en un presentación más pensada para sus fans españoles que para la NBA. Algún niño, como una pequeña que correteaba con la camiseta de Ronaldinho, se acreditó como periodista para ver de cerca a su ídolo.

Con aspecto cansado, pero cordial, y en manos del draconiano servicio de prensa de los Lakers, Gasol se mostró "ansioso por empezar a jugar". No lo hizo ayer, porque ni su estado físico, ni su espalda, ni el sentido común (aún debe adaptarse a los sistemas de su nuevo equipo) lo aconsejaban, pero sí efectuó el calentamiento con sus compañeros en su primera aparición pública con la plantilla del prestigioso y glamuroso equipo californiano. Si nada se tuerce, Gasol se enfundará el 16 de los Lakers por primera vez mañana en la pista de los Nets de Nueva Jersey.

ELOGIO DE JACKSON "Esto está pasando, no es un sueño, ya lo tengo un poco más asimilado", explicó Gasol, en referencia a la rapidez con la que se ha gestado un fichaje que ha incluido el traspaso de los derechos de su hermano Marc a los Memphis Grizzlies --"Está contento por mí, él y yo ya habíamos hablado de la conveniencia de que tuviéramos caminos diferentes n la NBA"-- y que lo ha puesto en primera línea de la actualidad baloncestística en EEUU. "Lo importante es que ya sabe que lo hemos recibido con los brazos abiertos", dijo el entrenador de los Lakers, Phil Jackson, que no dudó en calificar a su nuevo pupilo, que tan bien le irá al juego interior de su equipo, como un "gran jugador".

Gasol es consciente de que el paso que ha dado es un salto cuántico en su carrera. Pasa de un equipo perdedor como los Grizzlies al segundo con mayor historial de la NBA y uno de los equipos más famosos del mundo. Pau demostró conocer la historia de grandes jugadores de su nueva franquicia (desde Chamberlain a Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar, pasando, por supuesto, por Kobe Bryant, al que citó explícitamente) y dispuesto a asumir la presión de ser un jugador importante en un equipo al que se le exige ganar. "En los siete años que he pasado en Menfis he madurado como persona y jugador, y ahora puedo aspirar a lograr cosas especiales", dijo.

SIN MIEDO A LA PRESION No teme la presión el jugador de Sant Boi. "Es un gran tipo de presión ser uno de los mejores equipos de la liga. Es lo que yo siempre he querido, lo que echaba de menos desde que llegué en la NBA. Es una presión que ya he emperimentado los veranos de competición con la selección española y en el Barça antes de llegar aquí", explicó Pau. "El equipo ha hecho estos cambios porque aspira a lo máximo", añadió.

Era inevitable que en su presentación Gasol hiciera referencia a su amigo Juan Carlos Navarro, que saltó este año del Barça a los Grizzlies y que se encuentra ahora solo en un equipo que deberá afrontar una profunda renovación. "Juan Carlos está contento por mí, pero se ha quedado un poco tocado y triste, solo ante el peligro. Pero es un jugador y una persona muy fuerte, y ahora debe concentrarse en continuar jugando como hasta ahora y lograr un buen contrato el año que viene", reflexionó el de Sant Boi.

UNA NUEVA LIGA Para él, la NBA es desde ahora una nueva liga. Ya no será la estrella indiscutible del equipo, pero sí un all-star en un equipo que aspira a todo. Gasol ya es un Laker, y ayer ya empezó a darse cuenta de lo que supone esto. Ocho minutos con los periodistas, a pesar de que él se hubiera quedado más tiempo. Pero el responsable de prensa del equipo californiano se mostró inflexible. Había que calentar. Había que compartir cancha con sus nuevos compañeros. "Estoy listo para el rock and roll", dijo Gasol, un jugador que se siente "bendecido" por el incuestionable giro que ha dado su carrera en las últimas 72 horas.