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Vaya Mundial! Tres carreras, tres ganadores; triple empate en el liderato; cuatro pilotos agrupados en dos puntos, y todos peleando por cada victoria. McLaren y Ferrari se van turnando en una ruleta de triunfos y problemas. En el Gran Premio de Bahréin la bola cayó en la casilla roja de Ferrari, en el número 5 de Felipe Massa. El brasileño se redimió de sus errores en Malasia y ganó sin fisuras, manteniendo siempre a raya a Lewis Hamilton. Kimi Raikkonen completó el podio el día en que Fernando Alonso sufrió con un coche con el que "nunca estuve cómodo" para acabar en un quinto puesto "amargo" por detrás de Nick Heidfeld.

Alonso intentó enmascarar los problemas de su monoplaza bajo una estrategia con más gasolina. No quería dar pistas a sus rivales, pero nunca se encontró cómodo durante el fin de semana con el MP4/22. El asturiano se agarraba a la esperanza de que un posible cambio en las condiciones de la pista hiciera más competitivo su coche. Incluso cambió sus frenos justo antes de la carrera. En una imagen inusual, los mecánicos aún estaban purgando el líquido en plena parrilla.

La esperanza se mantuvo durante tres vueltas. Alonso salió, eso sí, como se esperaba. Hamilton intentó presionar a Massa con continuos cambios de dirección, pero el inglés no forzó ningún error en el brasileño y cerró la puerta para que Alonso pudiera adelantar por dentro a Raikkonen en la primera curva. El finlandés pasó tercero por el primer giro, pero Alonso lo superó por fuera en la cuarta curva.

TRIPLE ACCIDENTE La triple colisión entre Jenson Button (Honda), Scott Speed (Toro Rosso) y Adrian Sutil (Spyker) propició la entrada en pista del coche de seguridad y un trenecito tras él encabezado por Massa, Hamilton, Alonso, Raikkonen, Nick Heidfeld, Robert Kubica y Giancarlo Fisichella. La retirada del Mercedes con las sirenas dejó al descubierto el panorama que Alonso había barruntado en la parrilla justo antes de subirse al coche. "Quizá sea un día para cuidar los retrovisores". Y sobre los diminutos espejos --algunos pilotos se quejan de que no ven porque son demasiado pequeños y vibran-- se instaló la imagen amenazante del Ferrari de Kimi Raikkonen, mientras que por delante ya había perdido el contacto visual con Massa y Hamilton, huidos a toda velocidad.

UN DIA PARA OLVIDAR Alonso sufría una tortura con el sobreviraje de su coche. No solo luchaba por mantener su monoplaza en la pista, sino que además tapaba los huecos por donde podía colarse Raikkonen. Había cargado más gasolina que Massa y Hamilton, pero menos que el finlandés. Al finlandés le bastó detenerse un giro más tarde, y con espacio por delante, arañó el tiempo suficiente para regresar por delante de Alonso tras la primera parada.

Lo peor para el español es que su bajo ritmo --un segundo más lento que Massa y Hamilton-- había permitido a Heidfeld situarse justo por detrás de Raikkonen. La parada en boxes no solucionó los problemas de estabilidad en el McLaren y el alemán dio caza pronto al asturiano en el segundo stint .

Heidfeld adelantó a Fernando Alonso en la vuelta 31. Lo hizo con pulcritud, eligiendo con cuidado el mejor lugar, la curva cuatro, después de tres vueltas estudiando las trazadas y los problemas de estabilidad que estaba sufriendo el asturiano. Con 20 segundos de ventaja sobre el sexto --el otro BMW de Kubica--, Alonso dejó de sufrir y llevó a la meta un coche que recordó el R26 que el año pasado le trajo de cabeza en Hockenheim por unos malos reglajes. Sin el tapón de Alonso, Raikkonen se lanzó a un ritmo infernal a la caza de Hamilton.

Raikkonen llegó a la altura de la joven revelación inglesa --menos de un segundo-- justo antes del segundo repostaje. Massa fue el primero en parar (vuelta 40), Kimi lo hizo en la vuelta siguiente, pero Hamilton había cargado combustible suficiente para detenerse cuatro giros después. Así que en esas cuatro vueltas con menos peso se empleó a fondo para regresar a la pista por delante del Ferrari del finlandés.

Con el tercer juego de gomas, las duras, el inglés fue incluso más rápido que los Ferrari. Alejó a Kimi y se acercó a Massa. "Tengo el mismo coche que Alonso, así que si él lucha por el título, yo también", proclamó al bajarse de un podio en el que se hizo extraño no ver, por primera vez esta temporada, a Alonso.