LOS AFICIONADOS y periodistas tuvieron que esperar fuera del recinto donde entrena el Espanyol. Aunque todo hacía pensar que los seguidores acudirían en masa a animar a los jugadores, finalmente la asistencia de aficionados no ha sido demasiada. El cuerpo técnico blanquiazul decidió que la primera sesión de entrenamiento fuese a puerta cerrada para que la plantilla tuviese intimidad y pudiese trabajar con total tranquilidad.