En el Real Madrid empiezan a surgir las primeras dudas tras el 0-0 ante el Levante. Las perspectivas que muchos se habían hecho con la llegada de José Mourinho no se han cumplido aún, y en el entorno blanco han vuelto a aparecer viejos fantasmas.

El tropiezo volvió a estar aderezado con las quejas del técnico portugués. Primero fue el césped del Santiago Bernabéu. Luego, el cansancio y ahora las pérdidas de tiempo del rival. Ante el Deportivo, el domingo, el equipo estrenará césped. Lo de la fatiga es cosa del técnico, que ha decidido no rotar para dar una estabilidad al equipo, que no tiene.

DISCREPANCIAS TACTICAS Nada de eso ocurría con su antecesor, Manuel Pellegrini. El Madrid tampoco desplegaba un gran fútbol, pero al menos tenía pegada, una vía que podría maquillar ahora las carencias de un equipo previsible. No le hizo falta a Pellegrini tanta pizarra ni tanto método como despliega Mourinho.

"No hay que solucionar nada táctico", dijo tras el 0-0. No opinan lo mismo algunos jugadores. "Debemos mejorar mucho en ataque porque nos falta claridad. Si no metemos las pocas ocasiones que tenemos, malo. No es normal que no hagamos goles teniendo dos de los mejores delanteros del mundo. El año pasado marcamos más de 100", declaró Arbeloa.

Mientras, Valdano calificaba el empate como "desilusionante". No hay otro remedio que mirar hacia adelante y cruzar los dedos para que la Champions sea otra cosa --juega mañana en el campo del Auxerre-- y esperar al choque del domingo ante el Deportivo.

El Madrid tiene al delantero más caro. Cristiano Ronaldo le costó 96 millones de euros. Sumados a los 35 millones de Benzema, un suplente habitual, los 25 que ha costado Di María y los 13 que invirtió en Higuaín se alcanzan casi los 170 millones de euros para completar la delantera. Pero el equipo remata de forma deficiente. Transcurridas las cinco primeras jornadas de Liga, el equipo de Mourinho ha hecho 105 remates y solo ha logrado seis goles. O sea, el Madrid necesita disparar casi 18 veces para festejar un tanto.