Lance Armstrong duda. Ya no parece ser el invencible corredor de los últimos cuatro años, aunque sigue siendo el máximo favorito. Los problemas que tuvo ayer le llevan a asumir que no está con todas las fuerzas intactas.

El nuevo maillot amarillo del Tour de Francia señaló después de la etapa del Alpe D´Huez y tras la exhibición del español Iban Mayo que, a pesar de situarse como líder, no había sido "un gran día" para él y reconoció que "queda mucho Tour".

"Ayer (por el sábado) fue un día muy duro y hoy (por ayer) no tenía las mejores piernas. Lo noté en el Galibier y por eso decidí hacer una carrera conservadora. Después en Alpe D´Huez tuve que responder a muchos ataques, pero yo no debía atacar. Hoy no ha sido un gran día, pero tampoco puedo dar siempre espectáculo", dijo el aspirante al quinto Tour consecutivo.

CONTROL A BELOKI

Armstrong explicó que cuando atacó Iban Mayo decidió dejarle marchar para controlar principalmente a Beloki. "Esto ha sido un aviso y queda mucho Tour, la carrera no se ha terminado en absoluto", admitió el texano.

"Hace dos años esta misma subida fue un espectáculo para mi, pero hoy no lo ha sido. La jornada resultó muy dura, con muchos ataques y las piernas no me respondieron como en aquella ocasión", comentó.

Sobre los comentarios que hicieron en su día el español Aitor González, quien no tomó la salida hoy, y del italiano Gilberto Simoni sobre sus opciones de ganar a Armstrong, el jefe de filas del US Postal se mostró contundente. "Corredores como Simoni y González han sido unos grandes bocazas y se tienen que dar cuenta de que el Tour es otra carrera, y que no es ni la Vuelta ni el Giro. Ambos serán candidatos quizás en el futuro, pero este año no", comentó. Es evidente, de todas formas: Armstrong no es el mismo que otros años y él parece asumirlo con claridad. Su quinto Tour consecutivo peligra.