ESPAÑA (25+21+19+28): José Manuel Calderón (2), Navarro (12), Carlos Jiménez (5), Jorge Garbajosa (15), Pau Gasol (28) -cinco inicial-, Mumbrú (7), Sergio Rodríguez (-), Cabezas (6), Marc Gasol (2), Fernández (16) y Berni Rodríguez (-).

ANGOLA (12+24+21+26): Mingas (9), Lutonda (18), Almeida (2), Cipriano (6), Gomes (24) -cinco inicial-, Morais (5), Barros (5), Carvalho (12) y Moussa (2).

ARBITROS: Voreadis (GRE), Chiti (ARG) y Yang (CHI). Excluyeron por personales a Gomes (m.40). Señalaron técnica a Almeida (m.31) por gritar palabras soeces.

España ofreció la imagen más floja desde que se inició el Mundial de Japón frente a Angola, un rival duro y exigente, con más talento del que puede desprenderse de su nombre, y que obligó a la selección a un esfuerzo de concentración para que el partido no se le complicara más de la cuenta (93-83). El triunfo de la madrugada de ayer convertirá en un puro trámite el partido de hoy ante Japón (12.00 horas, La Sexta), que cerrará la primera fase. Los de Pepu Hernández confirmaron su primera plaza y ahora esperan rival, que podría ser Líbano, la gran sorpresa del Mundial, Nigeria (con los exCáceres Nwosu y Mouneke) o incluso Serbia y Montenegro.

Pero que no cunda el pánico. No hubo ni rastro del angolazo, aquella dolorosa derrota sufrida por 20 puntos (84-63) por España en los Juegos de Barcelona del año 1992. Para quienes no quisieron madrugar, porque el partido se inició a las seis de la mañana, hay que decir que España cumplió con el primer objetivo, que era asegurarse la primera plaza del grupo B con la victoria. Y también demostró carácter para enderezar el partido en cuanto se le torció.

Entonces, sin necesidad siquiera de forzar la máquina, aparecieron las figuras para dejar las cosas en su sitio, especialmente Gasol, autor de 28 puntos, la mejor marca individual española en la cita de Japón.

Hay varias razones para entender el farragoso guión del encuentro de ayer, que España dio la impresión de que iba a resolver antes del descanso (39-20 tras un triple de Rudy Fernández en el minuto 16), aunque finalmente no fue así.

TRIPLES Y REBOTES Hubo cierta dosis de relajación en los jugadores españoles, un exceso de concesiones en el rebote defensivo --15 consiguieron los angoleños, con un recital de Joaquín Gomes-- y también Angola contó con un gran acierto en los triples --sumó 11-- en los momentos apropiados, en especial del base Miguel Lutonda y del propio Gomes.

Con esos ingredientes, Angola, un equipo coriáceo, de un enorme poderío físico y velocidad, enmarañó de forma inesperada el desenlace, hasta el punto situar un inesperado 74-70, a falta de cinco minutos para la conclusión. Gasol, Navarro y Garbajosa, con el base villanovense José Manuel Calderón ayer más flojo, volvieron a hacerse cargo de las operaciones para evitar que la cosa pasara a mayores, lo que tardaron apenas dos minutos en conseguir: del 74-70 al 85-74 en un plis plas.

Desde el descanso hasta el final, España apretó el acelerador en varias ocasiones intentando romper definitivamente el partido (62-46 en el minuto 24; 68-57 en el 30). Pero a cada acelerón de la selección respondió con otro Angola, un equipo que domina hegemónicamente en Africa y que ayer, aguantándole el pulso a un equipo como España, abandonó el campo como si se hubiera llevado la victoria. En realidad, el conjunto africano había caído decorosamente ante el que está siendo el mejor conjunto del campeonato