El Cacereño espera no volver a jugar en el Príncipe Felipe hasta el año que viene. En concreto, será con el inicio de la segunda vuelta, ante el Montijo, el 7 de enero. Así lo aseguró anoche a este diario Luis Puebla, director general del club verde.

El colíder empieza una nueva etapa ante la resiembra del terreno de juego, que lleva a cabo desde ayer la empresa Babilonia, ubicada justo al lado del estadio. «Queremos que el dinero se quede en la ciudad», expresó el propio Puebla.

El CPC, que se entrenará ahora en los campos Manuel Sánchez, en Pinilla, está pendiente de concretar dónde jugará los encuentros ante el Diocesano, Aceuchal y Amanecer. Como ya ha informado este diario, la prioridad sigue siendo la Ciudad Deportiva. El club no se pronuncia sobre el estado de las negociaciones con la Junta de Extremadura. En el caso de que éstas no fructifiquen, se podrían disputar los encuentros en el Manolo Sánchez, pero también hay otras dos opciones: El Cuartillo y el campo del Amanecer de Sierra de Fuentes, de césped artificial, aunque ésta es la opción menos valorada en todo este tiempo por tratarse de un campo de fuera de la ciudad.

Los trabajos de regeneración del césped del Cacereño se prolongarán durante aproximadamente un mes, pero previsiblemente hasta la primera semana del próximo año no se pisará por parte de los jugadores verdes, en principio para los entrenamientos y después en el encuentro inaugural de la segunda vuelta ante el Montijo.

El director general del Cacereño se congratuló del hecho de que hasta el momento se haya cumplido en mejorar aspectos puntuales como la instalación de la luz, el césped o la limpieza del propio estadio, tanto dentro como fuera del mismo. «La gente tendría que haber visto cómo estaba», apuntó gráficamente.

De otro lado, el club, que en las últimas horas ha pagado a los jugadores y técnicos lo que le adeudaba del mes de septiembre, condenó ayer los incidentes que se produjeron el domingo con el jugador del Azuaga Juan Germán, quien además escribió en su facebook duras palabras sobre la afición del Cacereño, a la que calificó de «desecho». Del mismo modo, apuntó que no pensaba denunciar al futbolista. «No queremos tener problemas con nadie», justificó, remitiéndose al comunicado en el que se advertía sobre la incitación a la violencia que se desprendía de lo manifestado por el delantero del conjunto azuagueño.

También se ha lamentado los incidentes que tuvieron lugar entre seguidores de los dos conjuntos antes del inicio del choque y que, finalmente, no pasaron de lanzamientos de piedras, todo ello sin puntería.