Hay imágenes que se quedan grabadas en la memoria colectiva y no hay quien las saque de ahí. La de Kevin Pritchard robándole un balón a Rafa Jofresa y marchándose hacia la canasta para ejecutar un contundente mate en el primer partido de la historia del Cáceres CB en la Liga ACB es una de ellas. Han pasado casi quince años --victoria extremeña por 84-79 ante el Joventut, por entonces campeón español, el 19 de septiembre de 1992--, pero una generación de aficionados cacereños al baloncesto no ha olvidado al espectacular base norteamericano y él tampoco la temporada que pasó en Extremadura. En una entrevista concedida a EL PERIODICO EXTREMADURA desde EEUU, Pritchard valora su año cacereño como "muy importante" en su carrera, que tras finalizar como jugador en 1997 pasó a los banquillos y últimamente a los despachos, siempre con éxito. Acaba de convertirse en el mánager general --máximo responsable de la parcela deportiva-- más joven de la NBA desde que hace una semana fue nombrado por los Portland Trail Blazers con 39 años.

La de Cáceres fue su primera experiencia fuera de EEUU tras haber sido campeón de la liga universitaria con Kansas y compartir vestuario con leyendas como Chris Mullin en Golden State y Larry Bird en Boston desde 1990 a 1992. "Cáceres es una ciudad estupenda y el equipo tenía una gran afición. Nunca olvidaré ese año. Trabajamos realmente duro para poder mantener al club en la máxima división y lo conseguimos al final. Fue una gran experiencia. Estoy realmente orgulloso de haber jugado allí", recuerda con exquisita amabilidad.

La sensación de la liga

Y es que si la temporada fue un éxito suyo a nivel individual --su repertorio ofensivo de triples, mates y asistencias le llevó a ser calificado por la revista especializada Gigantes del Basket como "la sensación de la liga" en su portada--, el equipo sufrió mucho para mantener la categoría en un agónico quinto partido de play-off en Lliria (62-68). Como era habitual, fue el máximo anotador (17 puntos) y el