Extremadura: Toni García; Garmendia, Roberto, Fabios, Alaín; José Ignacio (David Carmona, M. 70), Amaro; Bermúdez, Cabello (Cobos, M. 33), Samir (Valladar, M. 83) y Asen.

Real Jaén: Lara; Moyano, Galera, Gurrutxaga, Gavilán; Germán, Manolo Herrero; Juanjo (Francis, M. 82), Navarro (Josemi, M. 86), Sutil (Fininho, M. 74) y Meca.

Arbitro: Luis Miguel Martínez Montoro (Madrileño). Físicamente horrible. Hizo el partido andando. Técnica y disciplinariamente algo mejor, aunque nada brillante, en un partido sin nada (1). Amonestó a Garmendia (69´), Amaro (92´)/, Galera, Herrero, Gavilán y Germán.

Incidencias: Unos 1.600 espectadores en el Francisco de la Hera en tarde, ya era hora, bastante lluviosa. Mínima presencia de aficionados jiennenses que se hicieron notar en la grada de preferencia donde se les ubicó.

Volvió a las andadas el Extremadura y fue incapaz de ganar en su estadio. El bloque azulgrana, en el primer compromiso liguero en el que no marcó un sólo tanto, terminó empatando sin goles ante el Real Jaén en un partido marcado por una incansable lucha por hacerse con el control del mediocampo y la escasa profundidad. La ordenada actitud defensiva del grupo de José Jesús Aybar pareció conceder credibilidad a los que piensan que un Extremadura sin espacios es mucho menos Extremadura. Y hay que colegir que de ahí que el conjunto de Ortuondo presente un impecable expediente a domicilio, cuando geográficamente disfruta de mayores posibilidades, y que en su propia cancha, cuando se le cercenan esas posibilidades, pierda mucho potencial y efectividad.

Puede que sea un discurso simplista circunscribir los males almendralejenses a un simple problema de reparto racional de espacios. Otra de las armas que ha utilizado el Extremadura cuando se le han trabado los compromisos, las jugadas de estrategia o a balón parado, ayer tampoco fueron la solución. Y eso que era un duelo propicio para ello. Por momentos, pareció que quien marcase, cuando y como fuese, podría dar por sentenciado un partido que terminó diluido.

A LOS PUNTOS Si hubiese que haber concedido a los puntos la victoria en el choque, es cierto que quien más méritos presentó con diferencia fue el Extremadura. Se encontró con un Jaén dispuesto a llevarse algo positivo desde el mismo pitido inicial y laboró hasta hacerse con las riendas del partido. Luego, cuando los visitantes dieron por bueno el empate, no perdieron la fe de conseguir inaugurar el marcador a cualquier precio. Pero no era el mejor día para ello. Asen inquietó siempre a la ordenada zaga andaluza, y tuvo sus opciones, Samir dejó detalles de garra y empuje, David Carmona aportó velocidad junto a un Valladar demasiado obsesionado con agradar...

Pero no hubo manera y al final se tuvieron que dar por buenas, qué remedio, las tablas.

Con todo, el partido deja otro detalle para la historia, más que nada porque el 0-0 no da para mucho más. Superada la primera media hora de juego, David Cabello respondió a las correcciones que se le efectuaban desde el banquillo pidiendo que se le dejase en paz. Ortuondo no se lo pensó y envió a calentar a Julio Cobos para, a renglón seguido, sacar del partido al propio Cabello, que presenció toda la segunda parte desde la grada de tribuna. El jugador declinó el ofrecimiento de que explicase la jugada mientras el técnico fue tajante y rotundo en su comparecencia ante los periodistas en la sala de prensa: "A mí no me manda callar ningún jugador", declaró antes de confirmar que tomará medidas. Por lo demás, paciencia con este equipo azulgrana aún en formación.