MANCHESTER UNITED 4:

REAL MADRID 3: Iker Casillas; Míchel Salgado, Hierro, Helguera, Roberto Carlos; Makelele, Guti; Figo (Pavón, m.87), Zidane, McManaman (Portillo, m.69); y Ronaldo (Solari, m.67).

GOLES: 0-1, M.12: Ronaldo. 1-1, M.43: Van Nistelrooy. 1-2, M.50: Ronaldo. 2-2, M.52: Helguera, en propia meta. 2-3, M.59: Ronaldo. 3-3, M.71: Beckham. 4-3, M.84: Beckham.

ARBITRO: Pierluigi Collina (ITA). Amonestó a Verón (m.18), Figo (m.73) y Fortune (m. 93).

Ronaldo Nazario cuajó una de esas actuaciones que entran de golpe en los libros de historia, plena de eficacia y hasta espectacularidad, con la que el Real Madrid destrozó el sueño del Manchester United, por 4-3, y se metió con jerarquía en las semifinales de la Liga de Campeones. El Juventus, su rival en la penúltima ronda del camino a la décima , cuya final se disputará también en Old Trafford, habrá comprobado que si el Real Madrid tiene el balón dispone de tanta calidad en su parte delantera que no nota la ausencia de Raúl, operado por apendicitis el lunes.

El encuentro de vuelta tuvo unos preludios inesperados y sorprendentes, porque ambos técnicos se guardaban una bomba . Sir Alex Ferguson la de la suplencia de un jugador emblemático como David Beckham y Vicente del Bosque la de la titularidad de McManaman en detrimento de Flavio, así como la ubicación de Guti en la medular para aprovechar su manejo de balón y su visión.

EMPIEZA EL RECITAL

Al entrenador español le salió mucho mejor la jugada, indudablemente, porque el Madrid mandó el partido a su antojo en la primera media hora y, encima, Guti conectó con Ronaldo a los doce minutos y el Fenómeno demostró, con su velocidad y precisión, que no llegaba a Old Trafford a pasear.

El gol del brasileño dejó muy tocado al Manchester, que tan sólo inquietaba a Iker Casillas cuando los madridistas cometían errores en el pase y cuando Ruud van Nistelrooy encontraba el esférico en el área.

El Real Madrid manejó hasta con demasiada suficiencia la contienda. El Manchester United, desorientado, no encontraba las vías para, primero, cortar el ritmo cansino del actual campeón y, luego, superar a la zaga que lideraban Hierro y Helguera, pese a disponer de cuatro hombres como Verón, Van Nistelrooy, Solskjaer y Giggs que no cesaron de intercambiar su posición en busca del desequilibrio.

El Manchester aumentó algo la presión sobre el balón y un disparo ligeramente desviado del galés Giggs (m.36) despertó al United, tanto que comenzó a acosar sin compasión el área de Iker Casillas hasta que, ¿cómo no?, el hombre récord de la temporada, Van Nistelrooy, aprovechó a puerta vacía un centro de Solskjaer, y lo hizo en un momento clave, justo antes del descanso (m.43).

MOMENTOS CULMINANTES

La salida del segundo tiempo no fue demasiado halagüeña para el equipo español, que pareció demasiado encerrado en su área ante la ofensiva inglesa.

En cambio, encontró la sentencia en un contragolpe que acabó con un balón de Figo al larguero y en la continuación de la jugada se encontraron con una precisión matemática Zidane, Roberto Carlos y Ronaldo, que fusiló sin oposición al Manchester, porque para seguir en liza necesitaba cuatro tantos.

Para su fortuna, los diablos rojos se encontraron justo después con un autogol de Iván Helguera que devolvió las tablas al marcador (m.52) con mucho tiempo por delante para buscar el milagro.

Ronaldo había advertido que llegaba a este encuentro dispuesto a hacer algo grande. Ya lo había conseguido, pero quiso obsequiar al mundo futbolístico un zapatazo de grandes dimensiones al que nada pudo hacer Barthez.

Para bien del espectáculo el Manchester United no quiso ser un invitado a la fiesta de Ronaldo. Beckham salió del castigo de la suplencia para poner el 3-3 con uno de sus preciosos lanzamientos de falta; Zidane, no tan brillante como en otras ocasiones, regaló varios gestos técnicos de bailarín futbolístico , en definitiva, otra fiesta de fútbol alegre de la que salió vivo otra vez el Real Madrid, que recurrió a una de sus mejores actuaciones y al mejor Ronaldo, aunque para los locales quedó el regusto de vencer con un postrero tanto en otra acción de mala fortuna de la zaga española.