Premeditadamente ajeno al ruido que progresivamente generó el rumor de su adiós al fútbol español, ayer confirmado y también al margen del debate creado a su alrededor, en torno a su mayor o menor protagonismo en el equipo, Raúl González oficializó ayer su despedida del Real Madrid. En el palco de honor, Florentino Pérez alabó la figura de Raúl, que no pudo contener las lágrimas tras su discurso. "Este es un día duro para mí", dijo el capitán tras echar el cierre a 16 temporadas con un palmarés envidiable.

Raúl deja el Madrid, su casa, un año antes de que expire el último compromiso que firmó, hace ahora tres años. No es un adiós definitivo. Un punto y final. Es un paréntesis en la trayectoria de un hombre que pretende sentirse aún futbolista.

La fecha de ayer quedará marcada en la historia del madridismo. La marcha de un símbolo como Raúl cierra un ciclo y consume buena parte de la leyenda del club. El siete blanco deja un legado muy difícil de igualar, después de disputar 741 partidos y marcar 323 goles, lo que le convierte en el máximo goleador de la historia del club. A sus seis títulos de Liga, hay que sumar tres Champions, dos copas Intercontinentales, dos Supercopas de Europa y cuatro de España. Un balance que llevó a Jorge Valdano, el hombre que le hizo debutar con el primer equipo, a definirle como "el jugador más importante junto a Di Stéfano".

ENTRE LAGRIMAS La emoción presidió el acto de despedida. También la intensa actividad del delantero, que a primera hora se fue a Valdebebas para despedirse de los compañeros y de los empleados del club. Lo hizo entre lágrimas. Luego se digirió al Bernabéu, donde cerró su finiquito con el club blanco. A Raúl le quedaba una temporada de contrato y se va al Schalke las dos próximas. Cobrará seis millones de euros brutos, a los que se sumará el montante de una parte de su ficha en el Madrid.

Ya en el palco de honor, Florentino glosó la figura del capitán después de proyectarse un vídeo que repasaba su etapa en el club. "Gracias por todos estos años. No te vamos a olvidar porque no queremos hacerlo. Eres dueño de tu destino, pero esto no es un adiós, sino un hasta luego", dijo el presidente blanco.

Un puesto en los despachos o un lugar como entrenador del club blanco esperará después a Raúl, instalado desde hace 16 años en la élite del fútbol español. Con números fuera del alcance de la mayoría. En goles, en partidos, en palmarés. Incluso, con una Medalla al Mérito Deportivo y un reconocimiento mundial indudable.

Tras las palabras de elogio de Florentino, Raúl recurrió a unos apuntes para no olvidarse de nadie a la hora de los agradecimientos, en los que se detuvo en Valdano "por aquella oportunidad que para algunos fue una locura de un poeta del fútbol" y Florentino "porque siempre intenta buscar lo mejor". En el momento de abandonar el palco, no pudo evitar las lágrimas.

Luego ante la prensa declaró que había llegado el momento de irse. "Eso tenía que terminar. Tengo 33 años y viene gente joven detrás. Era mi última oportunidad para tener una experiencia fuera. Me voy sabiendo que lo he dado todo por esta camiseta", dijo Raúl.

¿CRUCE EN CHAMPIONS? El madridista contempló la posibilidad de un enfrentamiento entre su nuevo equipo y el Madrid en Champions. "Sería muy duro volver al Bernabéu con otra camiseta", manifestó. Raúl confesó que Mourinho le dijo que se quedase. "Estoy convencido de que si lo hubiera hecho, habría jugado y creo que mucho, pero el cuerpo me pedía otra cosa. Mourinho es un gran técnico y su fichaje ha sido un acierto. Lo fácil hubiera sido quedarme, pero eso no dependía de si me quería más o menos", añadió.

Raúl, uno de los jugadores que más y mejor ha sentido sentido el escudo del Real Madrid, aseguró que le queda una "gran sensación de cariño y respeto de todos, que es el mayor reconocimiento". "Desde mi primer día lo he dado todo y he intentado transmitir los valores que he aprendido aquí. Me siento un privilegiado", confesó.

A la hora de elegir un rival no dudó en apuntar a Guardiola por su relación con el ahora técnico del Barcelona durante la etapa de ambos en la selección. "En el campo ya era entrenador. No es posible que hablara tanto. Me dio el pase de mi primer gol con la selección", declaró un emocionado Raúl, que se despidió, como no, con un "¡Hala Madrid!".