El propietario de la botella que impactó sobre el entrenador del Sevilla, Juande Ramos, en el partido del miércoles entre el Betis y el Sevilla, defendió hoy su inocencia en un juzgado de Elche y acusó a un aficionado del Betis de lanzar el objeto.

Ricardo García Alfonso, vecino de la partida ilicitana de Torrellano y propietario de la botella, compareció hoy en rueda de prensa ante los medios de comunicación, tras prestar declaración en el juzgado de guardia de Elche, para relatar los hechos y aclarar que no tuvo nada que ver en lo ocurrido.

Explicó que fue al partido junto a tres amigos y como acompañante del hijo de su jefe y dijo que entraron al estadio una hora antes de que diera comienzo el derbi porque el ambiente fuera era tenso e iban con niños pequeños.