Barcelona: Valdés; Zambrotta, Márquez, Oleguer, Abidal; Touré, Deco (Iniesta, min. 67), Xavi; Messi, Ronaldinho (Milito, min. 79) y Henry (Giovani, min. 61).

Athletic: Iraizoz; Iraola, Ustaritz, Amorebieta, Koikili; Tiko (Iñaki Muñoz, min. 58), Javi Martínez; Gabilondo (Vélez, min. 45), David López, Susaeta (Cuéllar, min. 81) y Aduriz.

Goles: 1-0, min. 9: Ronaldinho. 2-0, min. 35: Ronaldinho (p). 2-1, min. 72: Susaeta. 3-1, min. 73: Touré.

Arbitro: Megía Dávila (Comité Madrileño). Amonestó con cartulina amarilla a Deco, Iraizoz, Susaeta y expulsó a Márquez por doble amarilla (min. 78) y a Koikili por roja directa (min. 80).

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada de Liga de Primera disputado en el Camp Nou ante 76.817 espectadores. Se guardó un minuto de silencio.

El Barcelona recuperó sus señas de identidad y superó al Athletic de Bilbao (3-1) en un partido condicionado por dos decisiones arbitrales, un controvertido penalti y un gol muy dudoso, que permitieron al equipo azulgrana redondear el resultado después de sacar a escena su mejor versión.

El conjunto de Rijkaard jugó más y mejor que el Athletic, hasta parecerse al de sus mejores días, pero el resultado final quedó marcado por Megía Dávila, protagonista en los dos últimos goles del equipo local: un penalti de Gorka a Henry que admite muchas dudas y un tanto inexistente de Touré.

De vuelta a casa, el Barcelona fue un equipo más reconocible que el de Santander. Se desplegó desde la retaguardia con dos laterales con pinta de extremos, especialmente un pletórico Abidal, recuperó a un Deco muy batallador y volvió a presionar en cancha contraria, primer punto del decálogo de Rijkaard.

Intimidó el arranque de Ronaldinho, muy activo. El brasileño pidió la pelota para ejecutar una falta al borde del área. Con la facilidad propia de los cracks, una pelota contundente y dibujada a la escuadra derecha de Iraizoz, abrió el marcador. En una aproximación, el árbitro señaló un penalti más que dudoso. Gorka intentó tapar a Henry, y ambos jugadores chocaron en la disputa del balón. El francés golpeó involuntariamente en la cara al portero del Athletic, pero Megía Dávila indicó el punto de penalti. Ronaldinho logró el 2-0.

El panorama del partido ofrecía indicios de goleada, pero el Barcelona rebajó su ritmo en la reanudación. Presentó un disparo al palo de Henry y un par de aproximaciones del debutante Giovani, pero no fue capaz de sentenciar definitivamente el partido para alivio del Athletic.

El guión del encuentro siguió el patrón de algunos partidos del curso pasado: cuando tiene el partido controlado, el Barcelona se empeña en complicarse. Resucitó al equipo vasco a balón parado que convirtió Susaeta.

REACCION Sin tiempo para disfrutar del tanto, el Athletic se resignó a perder el partido. Lo hizo en una acción extraña, protagonizada por el intervencionismo del árbitro y su asistente. Touré conectó un disparo seco que golpeó el larguero y botó en la línea de meta. Nadie protestó, apenas un gesto tímido del marfileño, pero de manera sorprendente, un minuto después, el asistente corrió hacia el centro del campo y Megía Dávila le consultó. Gol. La decisión del colegiado cerró de un plumazo el partido, para desesperación de un Athletic en ascenso y alivio del Barça, que se embolsó los puntos.