Hace muchos, muchos años, que un jugador de Cáceres no pisa una cancha de la Liga ACB. Desde que lo hizo Juan Sanguino con el extinto Cáceres CB en la temporada 2002-03, ningún profesional nacido en una ciudad tan amante del baloncesto ha disfrutado de minutos en la mejor competición mundial fuera de la NBA. Pero el dato marchitará pronto, por lo que parece. Alex Reyes, alero de 16 años y 1,96, fue convocado el sábado por el Grupo Capitol Valladolid en el partido ante el Estudiantes. No llegó a saltar a la pista en la victoria pucelana (79-66), pero en el entorno del equipo de Porfi Fisac todos aseguran que muy pronto lo hará. Al entrenador le encantan sus cualidades y le mima en los entrenamientos.

El joven Alejandro, que cumplirá 17 el próximo 17 de diciembre, nació mientras su padre, el cacereño Miguel Angel Reyes, jugaba en el propio Cáceres CB en la temporada 93-94, el segundo de los tres años que pasó en el equipo. Desde que se retiró vive entre Valladolid y Palencia, jugando con los veteranos y dirigiendo la carrera de un chico que destacó pronto en categorías inferiores.

Sus genes le encaminaban por el camino de la canasta, y no solo por la profesión y la estatura de su progenitor, un 2,08 que llegó a ser preseleccionado en el equipo nacional y por el que en su momento se pagó una cifra estratosférica. Su madre, Cuca Abad, también es muy alta. El nacimiento del niño coincidió con una época feliz del Cáceres CB, que se asomaba a las primeras posiciones de la clasificación en una campaña en la que completó el que sería el mejor papel de su historia (quinto).

La perla de la cantera

Fisac, otro con conexiones muy fuertes con la tierra (suele definirse a sí mismo como un "entrenador extremeño" porque sus primeras oportunidades las tuvo en el Doncel), ha apostado por Alex inequívocamente. Ya le hizo debutar en pretemporada con el primer equipo, con el que se ejercita a menudo. Lo normal será que juegue en el filial de Primera autonómica y también en el junior, pero su evolución está siendo seguida muy de cerca. En Valladolid se le considera la auténtica perla de las categorías inferiores. Es habitual en las selecciones autonómicas de Castilla y León.