Las lauredas poblanchinas no están viviendo desde luego su año más feliz: séptimas, con seis derrotas ya en trece encuentros y la dolorosa dimisión de su entrenador de las últimas temporadas, Félix Pedro Rivera, a cuestas. Volver a recuperar la solidez perdida --la victoria en Navarra el 18 de diciembre ante el Lagunak fue un buen síntoma (1-2)-- es el objetivo para la segunda vuelta, en la que es posible acabar como máximo cuartas.