LEVANTE: Casamayor, Marina, Maider, Sonía, Susana, Sandra, Rosa (Monse, min. 89), Pepa (Laura Vilar, min. 90), Marta (Bárbara, min. 84), Katia (Arancha, min. 93) y Sara.

PUEBLA: Sensi, Maite, Joly, Marta (Fátima, min. 46), Laura (Cecilia, min. 79), Vanessa, Conchi, Lali, Lourdes, Alba y María José.

GOLES: 1-0, m.15. Sara. 2-0, m. 47: Marta. 2-1, m.48: Lourdes.

ARBITRO: Pérez Riverol. Expulsó al ayudante del Puebla, Antonio Contreras, en el minuto 87, y a su jugadora María José en el mismo minuto, por doble amonestación. Amarillas a la levantina Sara, y a las extremeñas Marta y Alba.

La Unión Deportiva Levante logró ayer su quinto título de la Copa de la Reina de fútbol femenino al derrotar por la mínima al Puebla, en un partido entretenido, en algunos momentos con calidad técnica y, sobre todo, con claras acciones ofensivas de ambos conjuntos y en el que las jugadoras extremeñas lucharon hasta el final.

En la primera parte y durante los primeros minutos el dominio correspondió al conjunto levantino, que puso en serios aprietos la portería defendida por Sensi, sobre todo en el minuto 6, cuando un espléndido remate de Katia lo repelió el larguero milagrosamente.

EL 1-0 Este fue el preámbulo del primer tanto del partido, con una falta que en principio no parecía peligrosa para el marco de Sensi, pero el lanzamiento de Sara tras botar en el césped sorprendió a la guardameta extremeña y al final el balón se introdujo en su portería.

A partir de este instante el Puebla se metió en el partido, aunque no con excesiva brillantez. Tuvo más empuje que ideas para organizar claras jugadas de peligro, pero logró meter a las de Josep Alácer en su zona defensiva y recuperar la posesión del balón, a la que hasta entonces habían parecido renunciar.

En el minuto 25 tuvo su opción la extremeña Marta, quien con un lanzamiento de falta con picardía estuvo a punto de sorprender la meta Casamayor, pero el balón salió algo desviado.

Posteriormente y dado el empeño del conjunto extremeño que impidió incluso que el Levante tuviera facilidad para pasar la línea del centro el campo, dispuso de una nueva opción en el minuto 36, en el que Conchi logró rematar desde la frontal del área, pero el balón se le fue excesivamente alto.

Ya en el recta final de este periodo, concretamente en el tiempo de descuento, lo intentó la tinerfeña del Puebla María José con un remate de falta directa, pero fue mal colocado y que no entrañó excesivo peligro para la guardameta Casamayor, que detuvo el balón sin problemas.

En la continuación el juego empezó con mucho brío. No en vano se lograron dos nuevos tantos en los primeros minutos cuando todavía los equipos no se habían situado bien en el terreno de juego.

GOL CON RESPUESTA El primero llegó a los dos minutos, que le daba mayor ventaja al conjunto levantino, con una acción en la que Marta controló la pelota dentro del área, y con un remate en vaselina superó a la meta Sensi, a pesar de que ésta llegó a tocar el balón.

Pero un minuto después y cuando aun celebraban el tanto las de Josep Alácer, el equipo extremeño con una acción que protagonizó Lourdes por la banda derecha, logró acortar la ventaja con un remate cruzado ante la salida de la meta Casamayor.

A partir de este comienzo brillante se produjeron acciones ofensivas para ambas bandos, y en una de ellas, concretamente en el minuto 51, pudo María José lograr el tanto del empate, pero su remate lejano lo repelió el larguero de la portería levantina ante la desolación de las extremeñas.

El Puebla continuó con su empeño de lograr algo positivo en esta final, y con un lanzamiento de falta que ejecutó Vanessa en el minuto 63 pudo nivelar la contienda, pero la guardameta levantina con verdaderos problemas logró hacerse con el balón.

En la recta final del partido ya se notaba el cansancio por parte de ambos equipos, y las llegadas no se producían con la misma claridad que antes.

Los minutos finales también tuvieron su dosis de polémica. En el 87 se produjo la expulsión de María José, pero ya con el tiempo casi cumplido el Levante no pudo aprovechar esta circunstancia, pero sí mantener la mínima ventaja.