A pesar de lo histórico del hito, y sin pretender siquiera oscurecer un ápice los méritos del miajadeño, el triunfo de Rodrigo García Rena en la Copa de España se convierte en la guinda de un tan suculento como inesperado pastel. La gesta de Rodri viene a confirmar el excelente trabajo del Spiuk FIG Zafra en una campaña que ya, pase lo que pase, será inolvidable para el deporte extremeño en general y para su ciclismo en particular. Pero las culpas hay que repartirlas y el campeón, precisamente porque lo es también en lo extradeportivo, no pondrá reparos. De ese entregado y entusiasta Alfonso Rodríguez al último colaborador, pasando por técnicos, mecánicos, galenos..., y, sobre todo, los ciclistas que comparten equipo con él, todos han de estar orgullosos de un logro sin parangón ni precedentes que revitaliza. Y ahora tienen la obligación de poner broche de oro a una temporada que aún no acabó.

*Periodista.