BRUJAS 1: Butina, De Cock, Maertens (Gvozdenovic m.68), Clement, Van der Heyden, Simons, Ceh (Saeternes m.77), Stoica (Englebert m.31), Verheyen, Martens y Mendoza.

CELTA 1: Pinto, Angel (Velasco m.77), Sergio, Contreras, Berizzo, Juanfran, José Ignacio, Vagner, Jesuli (Sylvinho m.82), Gustavo López (Jandro m.64) y Milosevic.

GOLES: 0-1 (m.54) Juanfran; 1-1, m. 83: Juanfran, en propia meta.

ARBITRO: Georgios Kasnaferis (GRE). Expulsó a Mendoza (m.45) y a Martens (m.90) por doble amonestación. Amonestó a a Verheyen, Van der Heyden, Angel, Sergio y Contreras.

El Celta dejó escapar un excelente oportunidad de empezar su andadura en la Liga de Campeones con una victoria al disminuir la intensidad de su juego en el último tramo del encuentro frente a un rival en inferioridad al que había tenido perfectamente controlado.

La tímida presión inicial del Brujas no fue obstáculo para el conjunto vigués se hiciera con el mando del centro del campo y evitara cualquier acción del contrario que hiciera peligrar el marcador. Quizá le faltó algo de convencimiento en esos primeros minutos pero, aún así, poco tardó en llegar con cierta claridad a la meta defendida por Tomislav Butina con un disparo cruzado de Gustavo López.

Precisamente el argentino, bien secundado por Jesuli, llevó el control en la zona media y no se tuvo miedo de tocar y tocar para asegurar la posesión.

El primer lanzamiento a puerta del Brujas, flojo y por el centro, no llegó hasta el cuarto de hora, mientras que las internadas de Juanfran García por la izquierda creaban constante incertidumbre en la cobertura belga.

El Celta debió haberse marchado al vestuario con ventaja tras las ocasiones marradas por Milosevic es un cabezazo cercano y un Vagner voluntarioso que se equivocó en la conclusión final de dos buenas jugadas.

Pese a todo, al equipo de Lotina se le puso el panorama bastante favorable con la expulsión del peruano Andrés Mendoza en una acción infantil y el gol a los nueve minutos de la reanudación en galopada de Juanfran que se aprovechó un rebote para sorprender a la defensa local.

FALLOS INEXPLICABLES

Pero, lejos de confirmar su superioridad, el tanto resultó ser el inicio de un declive paulatino en el dominio céltico ante un rival entregado y con un hombre menos sobre el terreno.

El Celta perdió la oportunidad de sentenciar y quiso guardar su mínima ventaja como un tesoro. Los debutantes no parecieron percatarse de que un empate fuera no es un gran resultado, sino un solo punto.

El Brujas le puso casta y su técnico Trond Sollied acertó a incluir a jugadores que creyeron en las posibilidades del equipo. Se perdieron las marcas y las llegadas al área incrementaban la inquietud. En una de ellas, Gvozdenovic recibió solo y pasó en profundidad hacia Bengt Saeternes que ganó la acción a Sergio, con la mala fortuna de que su centro a la frontal del área pequeña fue tocado ligeramente por Juanfran hacia su portería.

Poco tiempo hubo para más y el Celta se encontró con un resultado injusto, aunque sus errores tuvieron mucho que decir para evitar lo que durante muchos minutos pareció un brillante debut.