Hay una Liga en el mundo que no conoce la palabra crisis. Un campeonato en el que fluyen los millones con la misma generosidad con que brota el petróleo de sus pozos. Un país que se ha convertido en un paraíso para los futbolistas consagrados. Un oasis en el páramo de la regresión económica de Europa. Un lugar al que van a morar los viejos nombres que enfilan la recta final de sus carreras.

Qatar es la nueva Liga de las antiguas estrellas. Jugadores de un prestigio incuestionable que acuden a ofrecer las últimas gotas de fútbol que les quedan en sus botas, una vez rebasada la treintena. A cambio, ese diminuto país del golfo Pérsico, de medio millón de habitantes y 10 equipos de competición, garantiza un suave campeonato de 18 jornadas.

GANA HIERRO, CAE GUARDIOLA

Es la Liga de Pep Guardiola (32 años) y Fernando Hierro (35), la de los alemanes Mario Basler (34) y Stefan Effenberg (34), la de los argentinos Gabriel Batistuta (34) y Claudio Caniggia (36), la de los franceses Frank Leboeuf (35), Pascal Nouma (31) y Kaba Diawara, con 27. Campeones de Europa y del mundo, nombres que no necesitan presentación, que han situado a Qatar en el mapa futbolístico y que darán fama a sus clubs: el Al Ahli de Guardiola (que perdió el primer partido, 2-3), el Al Rayyan de Hierro (ganó 5-4 en el debut) y Basler y el Al Arabi de Batistuta y Effenberg. Al Jazira difunde los encuentros.

40 millones de euros ha gastado el emir Al Thani. La inversión, a fondo perdido, va toda a los bolsillos de los futbolistas. Guardiola percibirá dos millones de euros limpios. Como Basler, y algo menos que Effenberg y Hierro (2,5 millones). Caniggia cobra 1,5 millones. El mejor pagado, Batistuta: ocho millones, dos años.