A Francisco Javier Diosdado García Cisqui (Almendralejo, 11 de enero de 1968) se le ve cada día más ilusionado ante el nuevo reto que tiene ante sí. Elegido para llevar las riendas del nuevo Extremadura, el almendralejense casi contagia la ilusión con la que está viviendo su nueva situación. Ahora, cuando se acaba de superar el ecuador de la pretemporada y empiezan a llegar los partidos amistosos, hace balance y se detiene en dos aspectos fundamentales: la disposición de sus jugadores a la hora de asimilar las duras sesiones de entrenamientos y el concepto de equipo con gran piedra angular del flamante proyecto azulgrana.

¿Cómo valora la pretemporada que realiza su equipo hasta el día de hoy?

--Pues, a fuerza de ser sincero, tengo que decir que muy bien. La verdad es que se están cumpliendo poco a poco los objetivos que inicialmente nos marcamos y estamos en la línea de lo que queremos inicialmente.

Se le ve ilusionado...

--Tengo que estarlo. Primero por la satisfacción que representa para alguien como yo el reto que se me confía. Pero también por la respuesta que encuentro en el grupo.

Y eso que las sesiones a veces son maratonianas...

--Es cierto, pero no lo es menos que lo mejor de los días de trabajo que llevamos es, sin duda, la actitud del grupo y su tremenda disposición para asumir cada entrenamiento. Todos y cada uno de los miembros de esta plantilla están absolutamente involucrados en el proyecto y su respuesta es genial.

Hablemos de la intensidad, de las dobles sesiones, de las horas de trabajo...

--Puede sonar a tópico futbolístico pero es rigurosamente cierto. La pretemporada es la despensa en la que se acumula un volumen de entrenamiento del que vamos a tirar a lo largo de toda la campaña. Considero fundamental este aspecto y trabajamos de firme. Si me encuentro además con una plantilla receptiva y generosa, pues el ambiente es excepcional.

El amistoso del sábado en Villafranca no fue nada del otro jueves, ¿no?

--Fue el clásico partido de pretemporada, con un equipo con mucho volumen de trabajo, lo que resta frescura, y en el que me gustó más primera parte que la segunda. Pero, como buen ensayo de pretemporada, forma parte de la preparación y sirve para sacar conclusiones.

Y luego a trabajar sobre ellas y a corregir errores...

--Exactamente. Nos queda mucho trabajo por delante. Hemos empezado la casa por los cimientos y hemos comenzado por argumentos defensivos. Seguiremos hasta completar el perfil del equipo sabiendo que nuestro secreto ha de ser el grupo por encima de las individualidades. Se puede decir que casi estamos empezando aunque llevamos nuestro trabajo acumulado a la espalda. Queda mucho por hacer, aunque confío ciegamente en esta plantilla.