El colombiano Félix Cárdenas, del Café Baqué, conquistó en solitario la cima de La Covatilla en una jornada que se inició en Plasencia y en la que Santi Pérez, segundo en la etapa y en la general, avisó a Heras de que es un candidato serio para ganar la Vuelta. Mientras, Alejandro Valverde perdió más de dos minutos y tal vez sus opciones a lo más alto del podio. El adiós de la carrera a Extremadura se produjo de la forma más brillante posible: con una fuerte batalla entre los favoritos por sus carreteras, en cuyas cunetas se arremolinaron los aficionados para animar a los corredores.

La estimación de personas que acudieron a presenciar el paso de la Vuelta por sus localidades en el norte cacereño supera con seguridad las 15.000, gran parte de ellas concentradas en el lugar de salida. Plasencia se volcó con el espectáculo y dio aliento a los ciclistas para la que iba a ser una de las jornadas clave.

LA PELEA Cárdenas, un escalador nato que ya firmó victorias en Sierra Nevada (2003) y La Molina (2000) y en el Tour (2001 Aix Les Termes), ganó de forma heroica, concretando una escapada compartida desde el inicio y atacando a falta de 7 kilómetros de meta con la batalla de los favoritos en plena ebullición. Una especie de milagro que tuvo lugar un mes después de fracturarse el radio, lo que le supuso una intervención quirúrgica y la aplicación de cuatro clavos.

A 29 segundos se presentó la revelación del año, Santi Pérez, y a 1.01 el líder Roberto Heras. Más lejos y víctima de un severo castigo pasaba la línea Valverde, derrotado, a 3.11.

El ascenso de La Covatilla fue el escenario de la confirmación de Santi Pérez como un corredor de presente más que de futuro, también de que Heras no es el corredor que arrasa al estilo Armstrong y que Valverde no responde en la alta montaña a la altura de los más grandes.

MAXIMA EMOCION Heras claudicó ante Pérez pero siguió con la prenda dorada, ahora con el asturiano del Phonak pisándole la rueda a 1.13 y Valverde tercero a 2.15, un diseño aproximado a lo que puede ser la foto final en Madrid. Mancebo, cuarto en la etapa a 1.15 tiene idéntico puesto en la general a 2.16, luego cerca del cajón.

La Vuelta salió viva, una vez más, de una de esas jornadas claves que se apuntan en el calendario, una etapa que llevó la fiesta a la casa de un modesto equipo con el Baqué y bien trabajada en todo momento por el Liberty del líder, que supo seleccionar al grupo en el ascenso final y golpear al máximo rival cuando vieron signos de debilidad. Lo que no estaba previsto era el toque de atención de Pérez.

Heras soltó su latigazo a falta de 7 kilómetros. Pérez a su rueda y los demás a salvar el tipo como pudieran. Cárdenas, siempre sufridor, no perdonó su gran ocasión. Valverde cedía tiempo y más tiempo, y Pérez se marcaba la frivolidad de subirse a las barbas de Heras, y lo descolgó. Ahí presentaba su papeleta oficialmente a la Vuelta 2004. Y no está tan lejos.