"Es irónico para mí que peleé tanto por tener a Hierro como jugador y ahora, como ironía del destino, lo tengo al otro lado del banquillo. Tengo mucha admiración por él. Era una decisión difícil, pero conociéndole bien y sus capacidades, pero es la persona perfecta para unir a una España fracturada. Solo citar su nombre evoca su personalidad. Ya lo vimos contra Portugal, no se notó nada". El elogio de Carlos Queiroz, el seleccionador de Irán, era interminable.

No paraba de ensalzar a Hierro, el nuevo técnico de la selección española, una pieza clave en este Mundial a pesar de que no lleva ni una semana dirigiendo a 'La Roja'. "Es una oportunidad única para nosotros poder jugar contra España, uno de los candidatos más serios para ganar el Mundial", ha comentado Queiroz, quien reconoció que "el estilo de juego español es muy difícil, de control de balón y de tiempo".

Dicho esto, Queiroz recordó que Irán "no tiene superhombres como muchos jugadores de España", aunque sí que tiene, en cambio, "una rara capacidad de sacrificio, trabajo y concentración". A eso se aferra para dar la sorpresa en el segundo partido que se disputa en Kazán. "No hablo de Isco, Asensio, Iniesta… Si no hace lluvia va a hacer viento… Lo más importante es lo que nosotros hagamos en el partido. No tenemos superhombres pero juntos podemos hacer supercosas”, ha recalcado.