A Santillana del Mar, de donde parte la trascendental contrarreloj de este martes (32 kilómetros), se la conoce como la ciudad de las tres mentiras: ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. Y en estos tres términos se inscribe una etapa contra el cronómetro que acaba en Torrelavega y que puede marcar más diferencias que la montaña entre los seis primeros de una Vuelta super igualada. La ronda española entra en la última semana que contempla, aparte de la 'crono' cántabra, la llegada con la orden de retorcerse sobre los cielos de Bilbao y la doble cita de los Pirineos, en Andorra, antes del paseo final por Madrid del próximo domingo.

Simon Yates, en los últimos metros de la ascensión a los Lagos de Covadonga / MIGUEL RIOPA (AFP)

SIMON YATES

Marcado por la crisis del Giro

El ciclista británico ha demostrado en estas dos primeras semanas de Vuelta que es un corredor agresivo pero también cerebral. No ataca a lo loco pero, a la vez, tampoco ha logrado marcar las diferencias que consiguió en el Giro hasta que se hundió en la fase final de la carrera. La gran duda es saber si aguantará el altísimo nivel o, agotado, fallará como en Italia. 25 segundos, en Granada, ha sido la máxima diferencia que le ha sacado a Valverde en la montaña.

Alejandro Valverde, con el jersey verde de la regularidad / MANUEL BRUQUE (EFE)

ALEJANDRO VALVERDE

Inspirado y con una moral altísima

Es el favorito hoy entre los seis primeros de la general. "No me viene mal la contrarreloj, pero tampoco soy Induráin". Debe superar a los rivales colombianos, aunque no puede olvidar que en una 'crono' similar, en el Giro, Yates solo perdió 1.15 minutos ante todo un especialista como es Dumoulin. El terreno que queda en la Vuelta no le es desfavorable, en una carrera que vive ahora del debate por saber quién es el líder del Movistar.

Nairo Quintana ensaya este lunes por el recorrido de la contrarreloj de la Vuelta / MANUEL BRUQUE (EFE)

NAIRO QUINTANA

Indeciso, escondido y falto de confianza

Nairo corre lamentablemente tocado por sus dudas en el Tour. La carga psicológica de Francia le está marcando. Desde que ganó la Vuelta en el 2016 no ha recuperado la alegría de antaño. No tiene la frescura de unos ataques que maravillaron al planeta ciclista. Depende demasiado de Valverde, al que en muchas ocasiones parece que le corte la iniciativa. Si hoy falla en la contrarreloj debería ponerse al servicio del ciclista murciano.

Miguel Ángel López rueda escapado camino de la meta de los Lagos / MIGUEL RIOPA (AFP)

'SUPERMAN' LÓPEZ

Agresivo y apoyado por un gran Astana

Colombia es una fuente inagotable de nuevos talentos, hasta el punto de que ahora es una de las grandes potencias en este deporte y en todos los terrenos. Miguel Ángel López, con 24 años, es el prototipo de 'escarabajo' de siempre, de los que maravillan con sus ataques en la montaña, tal como demostró ya la temporada pasada al 'sentar' a Contador en Sierra Nevada. Carácter no le falta y tiene a un completo Astana, con corredores como Fraile, a su disposición. Su futuro depende de que no salga muy tocado de la contrarreloj de este martes entre Santillana del Mar y Torrelavega.

Steven Kruijswikj, en los metros finales de la etapa del pasado sábado, en Asturias / MANUEL BRQUE (EFE)

STEVEN KRUIJSKWIJK

Tan insaciable como resistente

Se podría decir que este holandés de 31 años siempre va a su bola. Subiendo, unas veces prefiere ir delante marcando (su) el ritmo y otras detrás pero sin perder la referencia visual del resto de favoritos, como sucedió en Covadonga. En forma, no es mal contrarrelojista. En esta disciplina, de hecho, está muy igualado con Valverde. Por eso, juega a favor del murciano la ventaja de 1.03 minutos que le saca en la general.

Enric Mas sufre pero resiste en los Lagos / ÁLVARO BARRIENTOS (AP)

ENRIC MAS

La nueva fragancia del ciclismo

Es de los seis primeros de la general el único que, de hecho, no aspira a ganar la Vuelta. Está aquí para seguir aprendiendo y para demostrar la extraordinaria elegancia en la montaña que atesoran sus piernas. No lo hizo nada mal en la contrarreloj inicial de Málaga por lo que, con la confianza que lleva, en Torrelavega debería destacar en la etapa. Para este mallorquín de 23 años alcanzar el podio sería un sueño. Pero con lo que ha hecho en lo que se lleva de Vuelta ya ha abierto una puerta a la esperanza ciclista. Es el escalador del futuro en el ciclismo español.