Acaba junio y los 80 equipos que a partir de agosto jugarán en Segunda B ya tienen nombre. Y, como todos los veranos, empiezan las cábalas para buscar acomodo en uno de los cuatro grupos, algo que no se conocerá de forma oficial hasta el 14 de julio, cuando se reúna la asamblea de la Federación Española de Fútbol.

Las opciones para los tres representantes extremeños en la categoría de bronce, Villanovense, Cacereño y Mérida, son variopintas. Las cuatro últimas temporadas han estado con la andaluces, con incorporaciones de Ceuta, Melilla, equipos murcianos y también algunos de Castilla La Mancha, y en Villanueva de la Serena, Cáceres y Mérida parece que hay ganas de cambio.

Aunque lo sucedido en los últimos años podría volver a repetirse, ya que extremeños (3), andaluces (12) y murcianos (5) forman los 20 necesarios. Sería un grupo muy potente, con clubs como Recreativo de Huelva (recién descendido de Segunda), Jaén, Cádiz, Real Murcia o incluso el UCAM Murcia de José María Salmerón, que durante unos días fue el entrenador del CPC. La entidad de esos rivales convierte el grupo en atractivo, aunque aumenta considerablemente las dificultades de acabar en zonas de privilegio.

¿Al Grupo I?

Una de las opciones que más fuerza parece coger es la que sitúa a los tres equipos extremeños en el Grupo I con los seis gallegos, los seis castellano leoneses, los dos asturianos, el único representante cántabro (el Rácing de Santander, recién descendido) y dos de Castilla La Mancha, una comunidad que podría ver cómo sus equipos juegan en varios grupos. Por cercanía geográfica los equipos que corresponderían a ese grupo serían Toledo y Talavera. Aunque estos dos se podrían sustituir por el club riojano (UD Logroñés) y el canario (Mensajero).

Coincidir con los equipos madrileños es siempre un atractivo --sobre todo a la hora de atraer público a los campos-- por la coincidencias con filiales de equipos de Primera, como el Real Madrid Castilla, el único que sobrevive tras los descenso de Atlético B y Rayo B. A madrileños (4) y extremeños (3) podrían unirse los seis de Castilla y León, los tres navarros, el canario y otros tres de Castilla La Mancha, que nuevamente tendría que dividir sus equipos en más de un grupo.

Excepto catalanes, vascos, valencianos, baleares y el Ebro de Aragón, el resto de equipos de Segunda B parecen estar entre las opciones para los extremeños, que, como los demás, deberá esperar aún medio mes para saber cuáles serán los destinos de la próxima temporada.