Quique Sánchez Flores llega al Atlético de Madrid con el objetivo de "reflotar a un equipo con herramientas suficientes para estar entre los mejores de Europa", en el que, a nivel personal, tiene que estar a la "altura de la historia del club", con un "pensamiento ganador".

Ayer, en su presentación como nuevo técnico del conjunto rojiblanco --del que ya tomó las riendas el domingo en su primer entrenamiento--, con el que ha firmado hasta final de temporada con opción a una más si entra en Liga de Campeones, admitió que "habría sido incapaz de decir no a la propuesta del Atlético", porque cree en los jugadores de la actual plantilla, y consideró "fundamental recuperar la calidad y el estado emocional de estos futbolistas".

"Venimos con la intención de conectar lo antes posible con los nuestros, que son los aficionados, nuestra grada, que, aunque digan que son muy sufridores, que lo son, también tienen derecho a ser lo más felices posible. Y eso nos hará felices a todos los demás. Esos son los primeros objetivos deportivos", añadió.

"Sobran palabras --aseguró Quique-- y lo que hace falta es mucho trabajo y levantar la moral de los futbolistas, que son muy buenos. Estamos ante la exigencia que supone el Atleti en todos los términos. Esperamos hacer la vida lo más feliz posible a aficionados y dirigentes y lo más exigente posible a los jugadores", continuó.

Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, aseguró que Quique llega al equipo "con el apoyo de todos los estamentos del club", en el que confían "ciegamente" en sus "posibilidades", y afirmó que está "convencido" de que logrará la meta de estar en Liga de Campeones.

LA COPA, PRIMERA PRUEBA La primera prueba de Quique será hoy en la Copa del Rey frente al Marbella (20.00 horas), para el que ha dado descanso al uruguayo Diego Forlán. "En estos momentos dependemos más todavía de los jugadores que del entrenador", dijo en relación a este partido.

El nuevo técnico rojiblanco afirmó que no está preocupado por Forlán o el argentino Kun Agüero, porque tienen un "físico privilegiado". "Cuando anímicamente estamos decaídos siempre somos peores en todo y ahora mismo posiblemente el estado anímico haga parecer que los jugadores no están tan fuertes. Estos jugadores son fuertes. Una dinámica negativa puede destrozar, pero una positiva puede recuperar y mucho", analizó.