Quique Setién, entrenador del Lugo, se quejó del estado del terreno de juego. "Más que un partido ha sido un intercambio de proyectiles porque en un campo como este es imposible jugar al fútbol. Es increíble que el campo esté así, es decepcionante. Es un patatal, no se puede jugar al fútbol, es una vergüenza. En unos sitios blando, en otros duro y está irregular.Intentamos adaptarnos con un hombre menos y ha ganado el que ha acertado".