CELTA 0: Pinto, Angel, Cáceres (Catanha min. 77), Sergio, Sylvinho, José Ignacio (Juanfran min. 45), Luccin, Oubiña (Gustavo López min. 61), Mostovoi, Jesuli y Milosevic.

RACING 1: Ricardo, Corominas, P. Casar, Juanma, Neru, Mateo, Matabuena (Anderson min. 79), Morán, Benayoun, Regueiro (Ayoze min. 74) y Bodipo (Javi Guerrero min. 82).

GOL: 0-1, min. 2: Benayoun.

ARBITRO: Muñiz Fernández (Asturiano). Expulsó a Luccin (min. 92) por alguna observación ofensiva que le hizo tras haber sido amonestado. Amarilla a Juanma, Sergio, Corominas, Juanfran y Luccin.

El Rácing sacó rendimiento a su mayor concentración de salida y el solitario gol del israelí Benayoun fue suficiente para doblegar a un Celta que prolonga su particular esquizofrenia alternando grandes partidos con desastres tácticos.

El Celta pretendió ganar el partido sin echar una sola carrera y su desidia enseguida causó efecto cuando, recién cumplido el segundo minuto de juego, varios defensores locales vieron pasar el balón de lado a lado hasta que Benayoun lo golpeó al fondo de la portería.

Un gol en contra nada más empezar no es algo grave si el equipo juega algo al fútbol y en la primera parte fue sin duda el Rácing el que lo puso, por lo que al Celta solo le quedaron acciones aisladas como inútil remedio.

No es que el conjunto cántabro hiciera maravillas porque también desaprovechó de forma inocente varios contraataques en superioridad y una oportunidad muy clara en la que Bodipo controló bien dentro del área pero no precisó suficientemente el remate.

ONCE RESERVON

Las bajas condicionaron sin duda el once inicial celeste pero Lotina fue, pese a todo, bastante cicatero al la hora de colocar tres hombres por delante de la defensa. De esta manera redujo enormemente efectivos arriba y en numerosas ocasiones se encontró con dos o tres jugadores con mínimas opciones de superar a una cobertura ordenada de cinco hombres.

Al equipo de Lucas Alcaraz hay que agradecerle que quisiera jugar al fútbol y no perder tiempo de forma descarada. Las facilidades ofrecidas por el rival animó incluso a que los racinguistas se aventuraran hacia el área rival.

Los cambios no aportaron mucho más al juego celeste mientras que Bodipo y compañía se dedicaron a estropear contraataque tras contraataque la sentencia.