Tres caídos en tres días. El virus N1H1 se escampa a una velocidad espectacular por el Camp Nou y causa efectos devastadores por el momento. El jueves enfermó Eric Abidal, el viernes cayó Touré Yaya y ayer ingresó en la lista de bajas Rafa Márquez. El defensa mexicano no viajó siquiera a Bilbao. Acudió al estadio para tomar el autocar hacia el aeropuerto pero presentaba los mismos síntomas que sus compañeros, con malestar general y fiebre, y los médicos le mandaron para casa con la orden de que no salga hasta que esté recuperado. La gripe A ya no es anécdota en el Barça. Tres enfermos en tres días, con la inminente llegada del Inter y el Madrid, es para preocuparse. Por un lado, es probable que ninguno de los tres pueda jugar ante los italianos.

Pero aún mayor inquietud provoca que el virus sea un enemigo que no se puede contrarrestar con ningún antídoto, más allá de que se adopten las medidas higiénicas oportunas para evitar su propagación entre los jugadores sanos mientras los damnificados toman los medicamentos prescritos. Ese es el protocolo establecido por las autoridades sanitarias y es el que aplica el Barça. ¿Quién será el próximo enfermo?