Mientras antiguos jugadores discuten si una final entre el suizo Roger Federer y Rafael Nadal podría ser oportuna para el Abierto de Australia y la historia de este deporte, el español se prepara a fondo para la gran roca que le espera este miércoles (9.30) en el primer turno de la sesión nocturna de la Rod Laver Arena, el canadiense Milos Raonic. «Espero estar listo, necesito estar muy concentrado con mi saque y jugar agresivo. Si no lo soy, estoy muerto», dijo Nadal, que recordó como recientemente en Brisbane se fue mentalmente del partido durante 15 minutos para acabar perdiéndolo en el último enfrentamiento contra Milos.

Tras ganar los dos primeros encuentros en Melbourne Park sin ceder un set, Nadal ha demostrado en los dos últimos, de desgaste total contra el alemán Alexander Zverev y el francés Gael Monfils, que todo es posible. Su físico parece estar al nivel que la próxima cita requiere, pero el recuerdo de Brisbane le mantiene alerta.

Mientras, en el cuadro femenino, a estadounidense Coco Vandeweghe alcanzó su primera semifinal de un Grand Slam al derrotar a la española Garbiñe Muguruza por 6-4 y 6-0 en el Abierto de Australia, y se medirá en esa ronda con su compatriota Venus Williams. Muguruza fue claramente inferior.