La primera impresión resultó positiva. Rafael Nadal pisó con seguridad un escenario que se conoce tan bien como el jardín de su casa de Manacor, después de haber jugado desde el 2003 --se perdió la edición del 2004-- y ganar ocho títulos hasta el momento. En apenas 72 minutos, en esa mágica pista central del Country Club de Montecarlo, se deshizo del ruso Teymuraz Gabashvili por 6-4 y 6-1.

Fue una victoria rápida y contundente, aunque de salida el número 1 mundial perdió su saque en el primer juego y fue a remolque en el marcador: 2-0 y 3-1. Gabashvili, que venía de jugar la previa y la primera ronda, se mostró más acoplado a la tierra y con sus potentes golpes sorprendió a Nadal. "He empezado un poco lento y él ha jugado muy agresivo, pegando fuerte a la bola y sin cometer errores e incluso ha tenido un break point para colocarse 4-1. Lo he salvado con una volea y después ya he aumentado mi ritmo y la intensidad para controlar el juego", explicaba el tenista manacorense que, desde ese momento y hasta darle la mano a su rival en la red, solo cedería dos juegos más. Nadal solo se enfadó cuando el juez de silla le amonestó y le privó de un primer servicio por perder tiempo y sobrepasar el límite de 25 segundos entre punto y punto (20 segundos en los Grand Slam). No le afectó demasiado en el juego. Al contrario, a partir de ese momento aún impuso un ritmo mayor.

SEPPI, PROXIMO RIVAL Nadal no jugaba un torneo desde la final que perdió en Miami ante Novak Djokovic, el pasado 30 de marzo sobre cemento. "Las sensaciones son buenas, especialmente las del final del partido. En cualquier cambio de superficie hay que ajustar los tiros y saber cuándo apretar", explicó el tenista, que se clasificó para los octavos de final, donde este jueves se cruza con el italiano Andreas Seppi, que ganó una dura batalla de casi tres horas a Pablo Andújar por 7-6 (7-5), 5-7 y 6-4.

Tampoco tuvo ningún problema en su retorno a Montecarlo Roger Federer, que eliminó al checo Radek Stepanek (6-1, 6-2), ni su compatriota Stanislas Wawrinka, otro de los grandes favoritos, que se deshizo del croata Marin Cilic (6-0, 6-2).

Además de la victoria de Nadal, la jornada para los representantes españoles fue muy positiva, con triunfos esperados como los de Tommy Robredo ante Julien Benneteau por 4-6, 6-0 y 6-1) y Nicolás Almagro sobre Nicolas Mahut por 7-6 (7-3) y 6-3, junto a las gratas sorpresas protagonizadas por Pablo Carreño, que venció a Gael Monfils por 6-3 y 7-6 (8-6), y Guillermo García-López, que derrotó a Alexandr Dolgopolov por 6-1 y 7-5.

A los 22 años y número 62 mundial, Carreño se clasificó por primera vez para los octavos de final de un Masters 1.000, al ser repescado como lucky looser tras haber sido eliminado en la última ronda de la previa. El tenista asturiano, que llegó muy justo de Casablanca, se había impuesto en primera ronda al croata Ivan Dodig (6-3, 6-3) y este jueves se cruzará con Djokovic. Por su parte, García-López, de 30 años y número 38 mundial, ganador el domingo del torneo de Casablanca, mantuvo su buena racha al imponerse a Dolgopolov, número 17 mundial. Menos suerte tuvieron Roberto Bautista, que cayó ante Fabio Fognini por 7-6 (8-6) y 6-4, y Albert Ramos, que fue eliminado por Grigor Dimitrov por 4-6, 6-3 y 6-4.