El piloto finlandés de McLaren-Mercedes, Kimi Raikkonen, se mostró decepcionado, aunque no tira la toalla de cara al título, aunque reconoce que está muy complicado: "Ha sido un día muy desafortunado para mí, que podía haber terminado mucho mejor. Debido al cambio del motor, he tenido que partir desde la undécima posición y el problema con el neumático me ha hecho parar otra vez, arruinando mi táctica de una sola parada. He dado un trompo en la segunda variante al subirme en los bordillos cerca del final de la carrera, pero afortunadamente no ha tenido mucha influencia. He apretado fuerte y la velocidad del coche ha sido excelente. Es una pena que el resultado no refleje nuestro potencial y aunque mis esperanzas de lograr el mundial no son muchas, voy a seguir luchando hasta el final".

Su compañero de equipo, Juan Pablo Montoya, celebraba su triunfo en la carrera de ayer: "Es grande vencer aquí en Monza, sobre todo después de una carrera tan excitante. He realizado una buena salida y he podido pasar sin problemas la primera curva y he apretado al máximo para abrir el hueco entre Alonso y yo, pero después de un par de vueltas he comenzado a tener problemas de estabilidad y el coche era difícil de aventajar. Al final de la carrera he tenido serios problemas con el neumático trasero izquierdo, y apenas si tenía agarre, pero no era cuestión de abandonar estando en el primer puesto".

Giancarlo Fisichella, compañero de Alonso en Renault, indicó: "Ha sido un día fantástico para mí. Terminar tercero aquí en Monza en mi carrera de casa y ver la multitud desde el podio es un sentimiento magnífico".

Michael Schumacher, por su parte, señaló: "Sinceramente nuestra carrera no ha sido buena, éramos demasiado lentos y no estamos ni siquiera cerca de donde nos gustaría estar, pero hay que aceptarlo".