El piloto finlandés de Ferrari Kimi Räikkönen, actual campeón del mundo de Fórmula Uno, confía en empezar la temporada con una victoria el próximo domingo en Australia, como ya hiciera en 2007, y asegura que nunca ha "empezado una nueva temporada con tan buenas sensaciones".

En declaraciones publicadas en su propia página web, Räikkönen confesó que hay mucha diferencia entre este inicio de campeonato y el del año anterior, en el que se puso por primera vez a los mandos de un Ferrari. "Ahora conozco al equipo y cómo trabaja. No habrá sorpresas. He construido una buena relación con mis ingenieros, nos entendemos mutuamente y ellos saben cómo quiero que configuren mi coche", declaró.

El piloto finlandés señaló que está muy satisfecho con el nuevo monoplaza de Ferrari, y aseguró que la escudería italiana "ha hecho un gran trabajo perfeccionando aquellos aspectos que necesitaba mejorar". En concreto, mencionó los cambios realizados para aumentar la velocidad en las curvas lentas y la mejora de la suspensión para superar los bordillos con mayor estabilidad. "Deberíamos tener un conjunto fuerte, veloz y fiable. Deberíamos estar arriba luchando por las victorias y, con suerte, también por el campeonato", afirmó.

Räikkönen resaltó la importancia de haber podido probar el nuevo monoplaza y sus modificaciones técnicas con tanta antelación -los primeros ensayos tuvieron lugar en diciembre en el circuito de Jerez de la Frontera-. "Fue importante probar el coche sin el control de tracción y con los nuevos componentes electrónicos. Fue interesante y, sobre todo, tuve buenas sensaciones con los cambios", señaló.

Respecto al Gran Premio de Australia, prueba que abrirá la temporada el próximo domingo, Räikkönen señaló que el circuito de Melbourne es "muy resbaladizo al principio porque sólo se usa una vez al año". "Las frenadas sin utilizar el freno-motor son un poco más complicadas, pero ya hemos realizado muchas pruebas y un piloto se adapta rápidamente", afirmó.

El campeón finlandés confía en revalidar su victoria de 2007, aunque confesó que habrá que esperar al domingo para saber si los Ferrari son realmente tan competitivos como él cree.