El piloto finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari), cuarto en el Mundial de Fórmula Uno a quince puntos del líder, el español Fernando Alonso (McLaren-Mercedes), está seguro de que aún tiene opciones de ganar el título y prometió lucha hasta el final.

"Es cierto que la desventaja es grande, pero hay que recordar que aún estamos en la primera parte del campeonato. Voy a darlo todo para alcanzarlos. Lucharemos hasta el final", dijo Raikkonen en declaraciones que aparecen en la web de su escudería.

"Salvo sorpresas, hay cuatro pilotos que pueden ganar el título. Esta lucha puede ayudarme a recortar el margen que me separa de la cabeza", auguró el finlandés al referirse a Alonso, el británico Lewis Hamilton, el brasileño Felipe Massa y él mismo.

Al recordar el último gran premio, disputado el pasado domingo, Raikkonen dijo: "En Mónaco los McLaren se mostraron muy fuertes, pero nosotros tuvimos un buen ritmo de carrera. Habría sido más bonito poder haber luchado con ellos. Espero que todo marche mejor en la próxima carrera".

Raikkonen arrancó en Mónaco desde el decimosexto puesto de la formación de salida tras romper la suspensión delantera derecha durante la sesión de clasificación, y consiguió acabar en la octava plaza.

"En la segunda sesión salí con neumáticos súper blandos. Al salir de la variante de la piscina golpeé una valla de seguridad con la rueda delantera derecha. No fue un golpe muy fuerte, pero suficiente para romper el brazo de la suspensión. En otras ocasiones me di con las vallas con más fuerza y no pasó nada", dijo.

"Fue un fallo mío, pero no hay que hacer un drama de ello. Estas cosas pasan en las carreras y no hay que llorar por la leche derramada. El equipo intentó que pudiera volver a la pista pero habría sido muy arriesgado hacerlo con un coche mal reglado", agregó.

Raikkonen explicó que antes y después de ese incidente el coche se mostró muy competitivo: "Sentí que por primera vez en lo que va de año iba a ser capaz de exprimir todo el potencial del F2007".

"Al menos conseguí sumar un punto en una carrera en la que es muy frustrante ir más deprisa que el coche de delante y no poder hacer nada para adelantarle", concluyó.